Inicio | Adiciones recientes | Lista de autores | Temáticas | Citas al azar | ¡Votar! | Últimos comentarios | Añadir cita

Jacinto Benavente

Crispín: Aquí no hay sino valerse del ingenio y de la desvergüenza, que sin ella nada vale el ingenio. Lo que he pensado es que tú has de hablar poco y desabrido, para darte aires de persona de calidad; de vez en cuando te permito que descargues algún golpe sobre mis costillas; a cuantos te pregunten, responde misterioso; y cuanto hables por tu cuenta, sea con gravedad; como si sentenciaras.

réplica en Los intereses creados, Acto I, Escena 1, obra de Jacinto Benavente (1907)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Citas similares

Iván Turgénev

¿De que sirve el ingenio cuando no nos divierte? No hay nada más fatigoso que un ingenio triste.

cita de Iván TurgénevInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Dispárame, dispara

La tele apago ya
la mariposa sin la luz cayo
ah ...me pasa a mi tambien
es uno de mis limites
por cualquier cosa caigo yo
escalofrios siento cada vez
me lo decias siempre tu
siempre tu

yo te he dicho vete
siento el perfume de la ciudad
donde me encierro en soledad
este es otro de mis limites
cuando te pienso siento que
escalofríos me dan otra vez
he sido estupida yo lo se
yo lo se
yo lo se

no pienses mas en mi
apuntame y dispara
tu corazon he roto amor disparame dispara
no pienses mas en mi
no esperes de mi nada
tu corazon he roto
amor disparame dispara aqui ...aqui

se bien quien soy yo
aunque no haya leido freud
es mi manera de pensar
la que no puedo superar
solo por esto estoy aqui
y tu a miles de quilometros
que dormiras no se con quien
ahora alli
ahora alli

no pienses mas en mi
apuntame y dispara
el corazon te he roto
amor disparame dispara
no pienses mas en mi
no esperes de mi nada
el corazon te he roto
amor disparame dispara aqui
aqui
dispara aqui
dispara

no pienses mas en mi
apuntame y dispara
el corazon te he roto
amor disparame dispara
no pienses mas en mi
no esperes de mi nada
el corazon te he roto
amor disparame dispara aqui
aqui
amor dispara aqui
amor disparame dispara.

canción interpretada por Laura PausiniInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Simona Enache
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Steve Jobs

La innovación no tiene nada que ver con cuantos dólares has invertido en I+D. Cuando Apple apareció con el Mac, IBM gastaba al menos 100 veces más en I+D. No es un tema de cantidades, sino de la gente que posees, cómo les guías y cuánto obtienes.

cita de Steve Jobs (1998)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Ahora que finalmente nos hemos dado cuenta del terrible daño que hemos ocasionado al medio ambiente, estamos extremando nuestro ingenio para hallar soluciones tecnológicas.

cita de Jane GoodallInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Segundo Llorente

¿No podría ir a un asilo de ancianos? Sí podría; pero para eso siempre queda tiempo. Mientras pueda valerse, no piensa ir; porque la libertad no se compra con todo el oro del mundo. Ha vivido en esta casa 52 años seguidos, los suficientes para echar en ella raíces que llegan al centro de la tierra. Yo la visito todos los lunes. Hablamos de todo. Me lo cuenta todo. La entretengo con historias de Alaska. En mi afán de arrimar el ascua a mi sardina, salgo con temas sobrenaturales, como por ejemplo: que ella pudiera muy bien ir derecha al cielo sin pasar por el purgatorio si ofrece sus sufrimientos tanto los exteriores como los interiores y los une a los de Cristo en la cruz. Eso la convertiría en un Cristo viviente y doliente y la transformaría en corredentora por participación. Siempre que voy llevo preparados algunos chistes que la hacen reír hasta que la invade la tos. Yo pienso: hacer reír a doña Inés es la decimaquinta obra de misericordia.

cita de Segundo LlorenteInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Pablo Neruda

Fábula de la sirena y los borrachos

Todos estos señores estaban dentro
cuando ella entró completamente desnuda
ellos habían bebido y comenzaron a escupirla
ella no entendía nada recién salía del rio
era una sirena que se había extraviado
los insultos corrían sobre su carne lisa
la inmundicia cubrió sus pechos de oro
ella no sabía llorar por eso no lloraba
no sabía vestirse por eso no se vestía
la tatuaron con cigarrillos y con corchos quemados
y reían hasta caer al suelo de la taberna
ella no hablaba porque no sabía hablar
sus ojos eran color de amor distante
sus brazos construídos de topacios gemelos
sus labios se cortaron en la luz del coral
y de pronto salió por esa puerta
apenas entro al rio quedó limpia
relució como una piedra blanca en la lluvia
y sin mirar atrás nadó de nuevo
nadó hacia nunca más hacia morir.

poema de Pablo Neruda en Regresó la sirena (1954)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Juego del escondite

El cuerpo es una carga. El olor de incienso
te conmueve y te despiertas en una iglesia
llena de gente, rodeando una tumba.
Puede que sea tu hermano...

Tú crees que sueñas, que los demás son fantasmas,
que aquí resuenan melodías para dormir a los niños
y el cura toca con su incensario el alto del cielo,
arriba de todo, estudiándolo atentamente.

No tengas miedo a los muertos, ellos no muerden
y no se mueven con ostentación alrededor
sino que se han parado por un tiempo por aquí,
tardando sobre un pensamiento distinto, sólo esto.

Es verdad que después ya no pueden volver
y se quedan bien escondidos entre nosotros,
así como pasa en el juego del escondite.
¿Quién busca a quién?

poema de Andrei LangaInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En rumano

Share
Miguel de Cervantes Saavedra

Y ¿es posible que vuestra merced no sabe que las comparaciones que se hacen de ingenio a ingenio, de valor a valor, de hermosura a hermosura y de linaje a linaje son siempre odiosas y mal recibidas?

Miguel de Cervantes Saavedra en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Richard Brautigan

Llueve en el amor

No sé lo que es,
pero me da desconfianza
cuando comienza a gustarme una chica
demasiado.

Me pone nervioso.
No digo las cosas que debería
o tal vez comienzo
a examinar,
evaluar,
calcular
lo que estoy diciendo.

Si digo, "¿Crees que vaya a llover?"
y ella dice, "No lo sé,"
Comienzo a pensar: ¿De verdad me gusta?

En otras palabras
me aterra un poco.

Un amigo una vez me dijo,
"Es veinte veces mejor ser amigos
con alguien
de lo que es enamorarse de ella."

Creo que tiene razón y, además
está lloviendo en algún lugar, programando flores
y manteniendo felices a los caracoles.
Se han tomado todos los cuidados.

MAS

si una chica me gusta mucho
y se comienza a poner de verdad nerviosa
y de repente empieza a hacerme preguntas divertidas
y se entristece si contesto de forma equivocada
y dice cosas como,
"¿Crees que vaya a llover?"
y yo digo, "Posiblemente"
y ella dice, "Oh,"
y se ve un poco triste
con el cielo azul de California
yo pienso: Gracias dios, esta vez eres tú,
en vez de mí.

poema de Richard Brautigan, traducido por Pierre HerreraInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Mario Benedetti

No sé si soy una persona triste con vocación de alegre, o viceversa, o al revés. Lo que sí sé es que siempre hay algo de tristeza en mis momentos más felices, al igual que siempre hay un poco de alegría en mis peores días.

cita de Mario BenedettiInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En rumano

Share
Imre Kertész

Cuando salía para la escuela, también mi madrastra se sinceró conmigo. Estábamos a solas, en la entrada de casa y me dijo que en aquel día tan triste para todos nosotros esperaba "contar con un comportamiento adecuado" por mi parte. No sabía qué responderle, así pues no dije nada. Quizá haya interpretado mal mi silencio, porque continuó diciéndome que no había querido herir mi sensibilidad y que sabía que su advertencia era, en realidad, innecesaria. Estaba segura de que yo, un muchacho de quince años, era perfectamente capaz de calibrar la "gravedad del golpe que habíamos recibido"; ésas fueron sus palabras. Asentí con la cabeza y vi que con eso le bastaba. Entonces, hizo un gesto con la mano, y temí que fuera a abrazarme. No lo hizo, se limitó a soltar un largo y profundo suspiro entrecortado. Me di cuenta de que sus ojos se ponían húmedos; me sentí incómodo. Después, me dejó ir. Fui andando desde la escuela hasta el almacén. Era una mañana limpia y tibia para ser el principio de la primavera. Hubiera podido desabrochar mi abrigo, pero desistí: la ligera brisa podía haber hecho que las solapas hubieran ocultado de manera antirreglamentaria mi estrella amarilla.

Imre Kertész en Sin destino (1975)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Nadine Gordimer

Sin embargo, el temor acompaña a lo desconocido. El temor les llegó como una droga, aunque no procedente del botiquín de ella caminaron con calma sin nada que decirse por los pasillos de los juzgados, Harald dejó pasar a Claudia con la cortesía de un desconocido cuando encontraron la puerta, entraron y avanzaron de lado torpemente para sentarse en los bancos. Incluso el olor del lugar era como el de un país extranjero al que hubieran sido deportados. El olor a barreras de madera pulidas y suelo encerado.

Nadine Gordimer en Un arma en casa (1998)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Mis estudios fueron todos ligeros porque nada estudié sino las ciencias del pespunte y del bordado y del encaje extremeño, que, sin duda, es tan enredoso como el código latino, donde no hay un punto que no ofrezca un enredo.

cita de Carolina CoronadoInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
José de Espronceda

Pero como no es dado a todos los hombres tener talento, es signo de éste que aquéllos traten de humillar siempre al que es por su ingenio superior a ellos, y entonces, lo mismo que ahora, ser poeta era poco menos que estar en pecado mortal.

José de Espronceda en Sancho Saldaña o El castellano de Guéllar (1834)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En rumano

Share
Gao Xingjian

Esta es su tierra, y no hay razón para que no se comporten con naturalidad, sus raíces han ido hundiéndose en este suelo generación tras generación, sin necesidad de que vengas de lejos en su busca. En cuanto a los que se fueron de aquí hace tiempo, en su época no existía todavía la estación de autobuses, y menos aún los coches de línea. Por río, había que tomar una barca cubierta de esteras; y por tierra, alquilar una carreta. Si realmente uno no tenía dinero, sólo podía contar con sus suelas. Ahora, todos los que aún tienen un soplo de vida regresan, incluso desde la otra orilla del Pacífico, ya sea en utilitario o en coche de lujo con aire acondicionado. Algunos han hecho fortuna, otros se han hecho famosos, otros no son nada, pero han envejecido y quieren volver. Al aproximarse al final de la vida, ¿quién no siente nostalgia por su tierra?

Gao Xingjian en La montaña del alma (1990)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Giacomo Leopardi

Quizá, el camino más directo para conquistar la fama sea el afirmar con seguridad y pertinencia y, por cuantos modos sea posible, el haberla conquistado.

cita de Giacomo LeopardiInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Günter Grass

Pues sí: soy huésped de un sanatorio. Mi enfermero me observa, casi no me quita la vista de encima; porque en la puerta hay una mirilla; y el ojo de mi enfermero es de ese color castaño que no puede penetrar en mí, de ojos azules. Por eso mi enfermero no puede ser mi enemigo. Le he cobrado afecto; cuando entra en mi cuarto, le cuento al mirón de detrás de la puerta anécdotas de mi vida, para que a pesar de la mirilla me vaya conociendo. El buen hombre parece apreciar mis relatos, pues apenas acabo de soltarle algún embuste, él para darse a su vez a conocer, me muestra su última creación cordel anudado. Que sea o no un artista, eso es aparte. Pero pienso que una exposición de sus obras encontraría buena acogida en la prensa, y hasta le atraería algún comprador.

Günter Grass en El tambor de hojalata (1959)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Dante Alighieri

Canto XXX

Tal vez a seis mil millas de nos lejana
hierve la sexta hora, y este mundo
inclina ya su sombra casi al lecho plano,

cuando el medio cielo, tan profundo,
comienza a cambiarse tanto, que alguna estrella
allá su aparecer pierde en el fondo;

y en cuanto viene la clarísima sierva
del Sol avanzando, entonces en el cielo
una a una se apagan hasta la más bella.

No de otro modo el triunfo que festeja
siempre en torno del punto que me venció,
como incluido en aquello que lo incluye,

de poco a poco de mi vista se extinguió;
por lo cual volví mis ojos a Beatriz
pues ya nada veía y me obligaba el amor.

Si cuanto hasta aquí de ella se dijo
encerrado fuera todo en una loa,
no podría ella cumplir su cometido.

La belleza que vi nos trasciende
no sólo allá, y tanto que ciertamente creo
que sólo su Hacedor la goza por entero.

En este paso más vencido me concedo
que lo fuera un autor de comedia
o de tragedia en el clímax de su tema;

pues, como el Sol a una flaca vista,
así el recuerdo de la dulce sonrisa
agotaba mi mente por mi mismo ya vacía.

Desde el primer día que vi su rostro
en esta vida, hasta llegar a esta vista,
de continuar mi canto no me vi privado,

pero ahora es necesario que desista
de ir ya más tras su belleza, poetizando,
como al cabo de sus fuerzas todo artista.

Así la dejo en manos de mayor bando
que el de mi tuba, que conduce
la ardua su materia terminando,

y con acto y voz de expedito guía
recomenzó: Hemos salido fuera
del mayor cuerpo al cielo que es luz pura:

luz intelectual, plena de amor;
amor de verdadero bien, lleno de dicha;
dicha que trasciende toda dulzura.

Aquí verás a ambas milicias
del paraíso, y a una con el mismo aspecto
en que la verás en la última justicia.

Como súbito relámpago que dispersa
los espíritus visivos, tal que priva
al ojo de ver más fuertes objetos,

así me circundó una luz viva,
y dejóme cegado con tal velo
su fulgor, que nada aparecía.

Siempre el amor que aquieta este cielo
con este saludo al que llega acoge
a fin de disponer a su llama la candela.

Tan pronto hubieron llegado a mí
estas breves palabras, comprendí
que había ascendido por encima de mis fuerzas;

y me reencendí en una visión nueva
tal que de ninguna luz más pura que fuera
no pudieran mis ojos defenderse de ella.

Y vi una luz viniendo como un río
fúlgido de fulgor, entre dos riberas
salpicadas de admirable primavera.

De la corriente brotaban centellas vivas,
que de todas partes llovían en las flores,
como rubíes que el oro circunscribe;

luego, como embriagadas de olores
sumergíanse en el admirable torbellino,
y la una se metía y la otra se salía afuera.

El gran deseo que ahora te inflama y urge,
que te expliquen lo que estás viendo,
tanto me place cuanto mayor insurge;

pero es preciso que de esta agua bebas
antes de que tanta sed en ti se sacie.
Así me dijo el sol de los ojos míos.

Y agregó todavía: El río y los topacios
que entran y salen y el sonreír de la hierba
como sombra de las veras son prefacios;

no que estas mismas cosas en sí sean acerbas;
mas por defecto de tu parte
porque tu visión no es aún tan soberbia.

No hay infante que tan súbito vuelva
su rostro a la leche, si despierta
más tarde de lo que acostumbra,

como yo por mejorar los espejos
de mis ojos, inclinándome a la onda
que se abre para que allí se prospere.

Y no bien de ella bebieron las cejas
de mis párpados, me pareció que la corriente
en su dimensión se hacía redonda.

Luego, como gente enmascarada
que se ve distinta que antes si desviste
la ajena figura que la esconde,

así se cambiaron en mayor fiesta
las flores y las centellas, en cuanto vi
a ambas las cortes del cielo manifiestas.

¡Oh esplendor de Dios por quien vi
el alto triunfo del veraz reino,
dame la virtud de contarlo como lo vi!

Luz hay allá arriba que hace visible
al creador a toda criatura
que de sólo verlo funda su paz.

Y se extiende en circular figura,
de tal tamaño que su circunferencia
sería del Sol demasiado amplia cintura;

de rayos consiste toda su apariencia
que se reflejan en la cumbre del primer móvil,
que obtiene de allí su vivir y su potencia.

Y como colina que en el agua sus laderas
espeja, como para verse bella,
cuando de verdura y flores rebosa

así, sobre la luz y flotando en torno,
vi espejarse en mil graderías las almas todas
que de nuestro mundo han hecho allí arriba su retorno.

Y si el ínfimo grado recoge
tan gran luz, ¡cuál será de esta rosa
la magnitud de sus extremas frondas!

Mi visión en lo amplio y en la altura
no se perdía, mas de todas las cosas prendía
el cuánto y el cuál de aquella alegría.

Cerca y lejos, allí, ni pone ni quita;
que donde Dios sin intermedios gobierna,
la ley natural no tiene cabida.

En el dorado centro de la rosa sempiterna,
que se dilata y se escala y resuma
olor de loas al Sol de la eterna primavera,

como quien calla y hablar quiere,
Beatriz me atrajo y dijo: ¡Mira
cuán grande es el convento de las estolas blancas!

¡Mira nuestra ciudad cuánto se extiende!
¡Mira nuestros escaños tan repletos,
que poca gente más se espera!

En esa gran sede en la que los ojos tienes
por la corona que ya está allí puesta,
antes que tú en estas nupcias cenes,

se sentará el alma, que ya fue augusta
del gran Enrique, que a enderezar Italia
vendrá antes que ella esté dispuesta.

La ciega codicia que os enferma,
os ha hecho como el niño
que muere de hambre y rechaza a la nodriza;

y hará que prefecto sea en el foro divino
un tal que en abierto y en cubierto
no andará con él por un mismo camino.

Mas poco será luego por Dios soportado
en el santo oficio: pues será arrojado
allá donde Simón Mago está por sus méritos

y hará que el de Anagni caiga aún más hondo.

poema de Dante Alighieri en La Divina Comedia, El Paraíso, traducido por Lic. Jorge SanguinettiInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En rumano

Share
José de Espronceda

Canción del pirata

Con diez cañones por banda,
Viento en popa a toda vela,
No corta el mar, sino vuela,
Un velero bergantín:
Bajel pirata que llaman,
Por su bravura el Temido,
En todo mar conocido
Del uno al otro confín.

La luna en el mar riela,
En la lona gime el viento,
Y alza en blando movimiento
Olas de plata y azul;
Y ve el capitán pirata,
Cantando alegre en la popa,
Asia a un lado; al otro, Europa;
Y allá, a su frente, Estambul.

Navega, velero mío,
Sin temor;
Que ni enemigo navío,
Ni tormenta, ni bonanza,
Tu rumbo a torcer alcanza,
Ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
Hemos hecho
A despecho
Del inglés,
Y han rendido
Cien naciones
Sus pendones
A mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi Dios la libertad,
Mi ley la fuerza y el viento,
Mi única patria la mar.

Allá muevan feroz guerra
Ciegos reyes
Por un palmo más de tierra;
Que yo tengo aquí por mío
Cuanto abarca el mar bravío,
A quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa
Sea cualquiera,
Ni bandera
De esplendor
Que no sienta
Mi derecho
Y de pecho
A mi valor.

Que es mi barco mi tesoro
A la voz de ¡Barco viene!
Es de ver
Cómo vira y se previene
A todo trapo escapar;
Que yo soy el rey del mar,
Y mi furia es de temer.

En las presas
Yo divido
Lo cogido
Por igual;
Sólo quiero
Por riqueza
La belleza
Sin rival.

Que es mi barco mi tesoro
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
No me abandone la suerte
Y al mismo que me condena
Colgaré de alguna antena,
Quizá en su propio navío.

Y si caigo,
¿Qué es la vida?
Por perdida
Ya la di,
Cuando el yugo
Del esclavo
Como un bravo
Sacudí.

Que es mi barco mi tesoro
Son mi música mejor
Aquilones;
El estrépito y temblor
De los cables sacudidos,
Del negro mar los bramidos
Y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
Al son violento
Y del viento
Al rebramar
Yo me duermo
Sosegado,
Arrullado
Por la mar.

Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi Dios la libertad,
Mi ley la fuerza y el viento,
Mi única patria la mar.

poema de José de EsproncedaInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Pablo Neruda

Por eso te hablaré de estos dolores que quisiera apartar, te obligaré a vivir una vez más entre quemaduras, no para detenernos como en una estación, al partir, ni tampoco para golpear con la frente la tierra, ni para llenarnos el corazón con agua salada, sino para caminar conociendo, para tocar la rectitud con decisiones infinitamente cargadas de sentido, para que la severidad sea una condición de la alegría, para que así seamos invencibles.

Pablo Neruda en Canto General (La arena traicionada) (1950)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
 

Votar

Google+

Si te ha parecido interesante, ahora puedes compartirlo y díselo a Google.