Inicio | Adiciones recientes | Lista de autores | Temáticas | Citas al azar | ¡Votar! | Últimos comentarios | Añadir cita

José Echegaray

No hay sobre la tierra placer que iguale al placer de labrar la dicha ajena.

cita de José EchegarayInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Lo que tú puedas hacer, a nadie lo ha de encargar, lo que tú puedas ganar, a nadie se lo has de deber.

cita de José EchegarayInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

No puedo morirme, porque si he de escribir mi Enciclopedia elemental de Física matemática, necesito por lo menos 25 años.

cita de José EchegarayInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Adula el que requiere de amores a la mujer a quien no ama, y aunque la ame; adula el que va a pedir un favor, y la Humanidad se pasa el día pidiendo favores; adula el humilde al poderoso y el cortesano al monarca; y los emperadores adulan a sus pueblos.

cita de José EchegarayInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Lorenzo: Se echó a reír. Cuando un caballero se declara a una señorita, aunque la señorita no le quiera, le oye con agrado, baja los ojos con modestia, sonríe con dulzura. Pues ella me oyó con asombro, con un asombro insolente; levantó los ojos, abriéndolos mucho, ¡parecían dos luceros maliciosos!..., y lanzó una carcajada. La sonrisa es sonrisa, y no ofende; la carcajada ¡abofetea!

réplica en Mancha que limpia, obra de José Echegaray (1895)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Inés (saliendo a su encuentro): ¡Eduardo..., Eduardo!
Eduardo: ¡Inés de mi vida!
Inés: ¡Vaya una hora de venir!
Eduardo (con tono sumiso): Siempre vengo a las dos.
Inés: Y son las tres.
Eduardo: ¿Es posible? (mirando el reloj) No, vida mía; las dos menos cuarto.
Inés: (con autoridad.) Las tres.
Eduardo: (seńalando el reloj) Las dos menos cuarto. ¿Te convences? (seńalando el reloj de la chimenea) Y en ése, la misma hora.
Inés (ofendida): Bueno, bueno; tú tienes razón. ¡Qué amante tan fino, que regatea los minutos; que a toda hora le parece temprano para venir, y a toda hora tarde para separarse de su Inés; que sujeta los latidos de su corazón al volante de su cronómetro!
Eduardo (suplicante): ¡Inés!
Inés: Vete... Vete... Si no son las dos todavía... Si faltan quince minutos... Te vas a la Carrera de San Jerónimo, das un paseo mirando a la gente, y a las dos en punto vuelves.
Eduardo: ¡Inés!
Inés: ¡Si ésa es la hora a que acostumbras venir! ¡Pues no faltaba más! ¿Qué diría el Observatorio Astronómico si adelantases?
Eduardo: ¡Por Dios, perdóname!... He hecho mal.

réplica en O locura ó santidad, Acto I, Escena 5, obra de José Echegaray (1877)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En rumano

Share
 

Es bueno añadir otra cita del mismo autor.


Votar: José Echegaray

Google+

Si te ha parecido interesante, ahora puedes compartirlo y díselo a Google.