La Solitaria
Mi corazón se ha enriquecido con los años:
que en mi pasada juventud requiero menos
de con quien venga compartir, de con mi lengua
en palabras modelar mis pensamientos.
Me da igual que vayan o que vengan
si a mà misma y mi voluntad poseo
para escalar en noche estival fuerza,
y estrellas, en la cumbre enjambre, veo.
Déjalos que piensen que los amo,
que piensen que me importa, aunque voy sola;
si alimentan su orgullo, qué me importa,
pues plena, como flor o piedra, ando.
poema de Sara Teasdale
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En italiano | En rumano
Citas similares
El poeta pide a su amor que le escriba
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mà quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrÃ. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
poema de Federico GarcÃa Lorca en Sonetos del amor oscuro (1935)
Añadido por Paul Abucean
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
CrispÃn: ¿Qué importa el rÃo ni la vejez ni la novedad? Digo dos ciudades como en toda ciudad del mundo: una para el que llega con dinero, y otra para el que llega como nosotros.
réplica en Los intereses creados, Acto I, Escena 1, obra de Jacinto Benavente (1907)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Canción de Otoño en Primavera
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción.
Miraba como el alba pura;
sonreÃa como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.
Yo era tÃmido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
HerodÃas y Salomé...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
la otra fue más sensitiva
cual no pensé encontrar jamás.
Pues a su continua ternura
una pasión violenta unÃa.
En un peplo de gasa pura
una bacante se envolvÃa...
En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé...
Y te mató, triste y pequeño,
falto de luz, falto de fe...
Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Otra juzgó que era mi boca
el estuche de su pasión;
y que me roerÃa, loca,
con sus dientes el corazón.
Poniendo en un amor de exceso
la mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
sÃntesis de la eternidad;
y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
¡Y las demás! En tantos climas,
en tantas tierras siempre son,
si no pretextos de mis rimas
fantasmas de mi corazón.
En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!
Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris, me acerco
a los rosales del jardÃn...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
¡Mas es mÃa el Alba de oro!
poema de Rubén DarÃo (1905)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Un soneto me manda hacer Violante
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
poema de Lope de Vega
Añadido por Paul Abucean
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Esta noche
Sin nadie a quien esperar,
¿Porqué mis pensamientos
Se ahondan
junto con el atardecer?
tanka de Izumi Shikibu
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Principio
Disculpad compañeros,
los árboles no han dado fruto este año
y vengo con los peores alimentos;
pobres son mis tesoros, aunque no soy avaro
están mis campos de trigo desiertos.
Disculpad compañeros, la luz es débil, escasa,
la única vela que encontré en el corazón de mi abrigo
para vosotros la he encendido...
pero es una vieja conocida, su llama son lágrimas.
Disculpad compañeros, mi corazón está triste,
¿de dónde traer las palabras alegres?
poema de Saleh Abd Al-Sabur en Los sueños del viejo jinete (1964), traducido por Manuel Jiménez Lucena
Añadido por Dan Costinaş
1 comentario - ¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
¿No puedes adivinar mi secreto? ¿No tienes bastante cerebro como para reconocer la voluntad que durante seis largos siglos ha perpetuado la espantosa maldición sobre los tuyos? ¿No te he hablado del gran elixir de la eterna juventud? ¿No sabes quién desveló el secreto de la alquimia? ¡Pues fui yo! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo que he vivido durante seiscientos años para perpetuar mi venganza, porque yo soy Charles Le Sorcier!
H.P. Lovecraft en El Alquimista (1908)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En rumano
Con las palabras en la boca aplastamos tantas cosas como con los pies sobre la hierba. Pero también con el silencio.
Herta Müller en La bestia del corazón (1994)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Pájaro azul
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahà dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que está ahà dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahà abajo, ¿es que quieres
montarme un lÃo?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahÃ,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahà dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
asÃ
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?
poema de Charles Bukowski
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En rumano
Los bosques producen eso, siempre parecen familiares, perdidos hace tiempo, como el rostro de un pariente muerto hace mucho, como un viejo sueño, como un fragmento de una canción olvidada que se desliza por encima del agua, y más que nada como la dorada eternidad de la infancia pasada o de la madurez pasada con todo el vivir y el morir y la tristeza de hace un millón de años.
Jack Kerouac en Los vagabundos del Dharma (1958)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
¿Por qué os atormentáis en los últimos años de vuestra existencia llorando sin parar? ¿Por qué os agotáis las energÃas de vuestra vida (más mÃa que vuestra) en interrumpidos sollozos? ¿Por qué afeáis con lágrimas inútiles vuestros rostros, que para mà son adorables? ¿Por qué irritáis mis ojos con la irritación de los vuestros? ¿Por qué os arrancáis vuestra blanca cabellera? ¿Por qué zaherÃs, uno ese pecho, la otra ese seno que yo tengo por sagrados?
Apuleyo en El asno de oro
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Sobre Shakespeare
¿Para qué necesita, mi Shakespeare, para sus venerados huesos,
la labor de una era en amontonadas piedras,
o que sus consagradas reliquias deban ser ocultadas
debajo de una pirámide que apunta a las estrellas?
Querido hijo de la memoria, gran heredero de la fama,
¿Para qué necesitas tú tan débil testimonio de tu nombre?
Tú, en nuestra admiración y asombro
has construido por ti mismo un monumento perdurable.
Pues mientras que para vergüenza del arte de logros lentos,
tus libres cadencias fluyen, y cada corazón
ha de las hojas de tu invaluado libro
aquellas lÃneas délficas tomado con profunda impresión,
tú, despojando nuestra imaginación de sà misma,
nos vuelves mármol con demasiado cavilar;
y asà yaces sepultado en tal pompa
que reyes por semejante tumba querrÃan morir.
poema de John Milton (1630), traducido por MarÃa Inés MartÃnez Asla
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En rumano
¡Qué importa si la Tercera SinfonÃa de Beethoven se inspiró el la figura de Bonaparte republicano o en el Napoleón emperador! Lo único que importa es la música.
Igor Stravinski en Crónicas de mi vida (1936)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Ser el más rico del cementerio no es lo que más me importa. Acostarme por la noche y pensar que he hecho algo genial. Eso es lo que más me importa.
cita de Steve Jobs
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
¿Por qué no?
Siento que es más fuerte que yo,
esta noche y todas, cómo no,
habla por él y por mÃ,
decide por los dos.
No sé por qué no supe contestarle,
le tengo miedo para provocarle,
si yo tuviera valor
debiera abandonarle.
¿Qué puede pasar?
podrÃas lastimarme tu
pero puedes resultar herido,
oh no, tú no.
¿Por qué no...?
diré que ha sido culpa mÃa,
diré que han sido mis manÃas,
que lo he querido y lo he buscado yo.
¿Por qué no?
esta noche te diviertes tú,
mañana la venganza es mÃa,
porque mañana puede ser mi dÃa.
¿Por qué no?
Cuántas dudas, cuántos porqués,
si no es amor que es lo que puede ser,
irresistiblemente suya me, quedo con él.
Al menos dime que me adorarás,
dámelo todo, abrázame al final,
y júrame después que no me dejarás.
¿Qué puede pasar?
podrÃas lastimarme tú
pero puedes resultar herido,
oh no, tu no
¿Por qué no...?
diré que ha sido culpa mÃa,
diré que han sido mis manÃas,
que lo he querido y lo he buscado yo.
¿Por qué no...?
esta noche te diviertes tú,
mañana la venganza es mÃa,
porque mañana puede ser mi dÃa.
¿Por qué no?
canción interpretada por Laura Pausini
Añadido por Simona Enache
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Vive en un edificio elegante, aunque tengas que alquilar una habitación en el ático, donde te puedas codear con personas ricas y de éxito en los pasillos y ascensores. Frecuenta los cafés de lujo, aunque sólo puedas tomar sus bebidas a pequeños sorbos. No tardarás en darte cuenta de que mucha gente con dinero se siente muy sola.
cita de Aristóteles Onassis
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Inés (saliendo a su encuentro): ¡Eduardo..., Eduardo!
Eduardo: ¡Inés de mi vida!
Inés: ¡Vaya una hora de venir!
Eduardo (con tono sumiso): Siempre vengo a las dos.
Inés: Y son las tres.
Eduardo: ¿Es posible? (mirando el reloj) No, vida mÃa; las dos menos cuarto.
Inés: (con autoridad.) Las tres.
Eduardo: (seńalando el reloj) Las dos menos cuarto. ¿Te convences? (seńalando el reloj de la chimenea) Y en ése, la misma hora.
Inés (ofendida): Bueno, bueno; tú tienes razón. ¡Qué amante tan fino, que regatea los minutos; que a toda hora le parece temprano para venir, y a toda hora tarde para separarse de su Inés; que sujeta los latidos de su corazón al volante de su cronómetro!
Eduardo (suplicante): ¡Inés!
Inés: Vete... Vete... Si no son las dos todavÃa... Si faltan quince minutos... Te vas a la Carrera de San Jerónimo, das un paseo mirando a la gente, y a las dos en punto vuelves.
Eduardo: ¡Inés!
Inés: ¡Si ésa es la hora a que acostumbras venir! ¡Pues no faltaba más! ¿Qué dirÃa el Observatorio Astronómico si adelantases?
Eduardo: ¡Por Dios, perdóname!... He hecho mal.
réplica en O locura ó santidad, Acto I, Escena 5, obra de José Echegaray (1877)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En rumano
Lorenzo: Se echó a reÃr. Cuando un caballero se declara a una señorita, aunque la señorita no le quiera, le oye con agrado, baja los ojos con modestia, sonrÃe con dulzura. Pues ella me oyó con asombro, con un asombro insolente; levantó los ojos, abriéndolos mucho, ¡parecÃan dos luceros maliciosos!..., y lanzó una carcajada. La sonrisa es sonrisa, y no ofende; la carcajada ¡abofetea!
réplica en Mancha que limpia, obra de José Echegaray (1895)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Y Hubo Alguien
De repente te da
por volverme a buscar
por hablar de los dos
y salir a cenar
tal parece que yo
te hice falta de mas
que no fuiste feliz
con tu otra mitad
de repente te da
por volver a sentir
quien es el que en verdad
sabe hacerte feliz
pero se te olvido
que al marcharte de aqui
yo quede igual que tu
libre para elegir
Y hubo alguien
que se encargo de darme
todo cada tarde
que se moria por llenarme
de detalles y palabras amables
Si hubo alguien
que mientras tu vivias
tu vida muy aparte
se encargaba de la mia con coraje
y logro conquistarme
y a ese alguien
una noche de locura interminable
le entregue mi carino
canción interpretada por Marc Anthony en Contra la corriente (1997)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.
cita de Abraham Lincoln
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!