Inicio | Adiciones recientes | Lista de autores | Temáticas | Citas al azar | ¡Votar! | Últimos comentarios | Añadir cita

Aristóteles

Los dialécticos y los sofistas, en sus disquisiciones, se revisten de la apariencia de filósofos.

cita de AristótelesInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Citas similares

Noel Clarasó i Serrat

Los humoristas y los filósofos dicen muchas tonterías, pero los filósofos son más ingenuos y las dicen sin querer.

cita de Noel Clarasó i SerratInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Platón

Son filósofos verdaderos aquellos a quienes gusta contemplar la verdad.

cita de PlatónInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

El hombre sabio es pobre en apariencia, pues su tesoro está en Suiza.

aforismo de Roberto FontanarrosaInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Oscar Wilde

Escojo a mis amigos por su buena apariencia, a mis conocidos por su carácter y a mis enemigos por su razón.

cita de Oscar WildeInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Giacomo Leopardi

La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroísmo.

cita de Giacomo LeopardiInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Jaime Luciano Balmes

El pensar bien no le interesa solamente a los filósofos, sino a las personas más sencillas.

cita de Jaime Luciano BalmesInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Las enseñanzas de los grandes filósofos Sócrates y Platón no pueden, en modo alguno, armonizarse con las del Nuevo Testamento.

cita de Oscar CullmannInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Rivarol

Los filósofos son como los anatomistas y no como los médicos; disecan pero no curan.

cita de RivarolInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
André Maurois

Es difícil crear ideas y fácil crear palabras; de ahí el éxito de los filósofos.

cita de André MauroisInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share

Como en todos los tiempos, la Filosofía es incomprendida y los filósofos escarnecidos; a veces ha sido la persecución física, y otras la ironía y la paulatina destrucción de imagen en base a calumnias, las que han ido detrás de los mismos fines.

cita de Delia Steinberg GuzmánInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
William Shakespeare

Hamlet: Estos signos aparentan, es verdad; pero son acciones que un hombre puede fingir... Aquí, aquí dentro tengo lo que es más que apariencia, lo restante no es otra cosa que atavíos y adornos del dolor.

réplica en Hamlet, Acto I, Escena 2 de William Shakespeare (1599), traducido por Inarco CelenioInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Knut Hamsun

Isaak era un hombre del campo por su apariencia y temperamento y labrador en todo su ser. Alguien que ha resucitado de tiempos pasados y que apunta hacia el futuro, un agricultor primitivo, conquistador de la tierra, de novecientos años de edad y a la vez un hombre de nuestros días.

Knut Hamsun en Bendición de la tierraInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
José Ortega y Gasset

La física sirve para muchas cosas, mientras que la filosofía no sirve para nada. Ya lo dijo conste, un filósofo, el patrón de los filósofos, Aristóteles. Precisamente por eso soy yo filósofo: porque o sirve para nada serlo.

cita de José Ortega y GassetInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Bertrand Russell

En las siguientes páginas me he circunscrito a aquellos problemas de la filosofía a los que que creo es posible decir algo positivo y constructivo, en tanto que una simple crítica negativa parece estar fuera de lugar. Por esta razón, la teoría del conocimiento ocupa un espacio más amplio que la metafísica en el presente volumen, y algunos asuntos ampliamente debatidos por filósofos son tratados muy brevemente, o ni eso.

Bertrand Russell en Los problemas de la filosofía (1912)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Bram Stoker

La boca, por lo que podía ver de ella bajo el tupido bigote, era fina y tenía una apariencia más bien cruel, con unos dientes blancos peculiarmente agudos; éstos sobresalían sobre los labios, cuya notable rudeza mostraba una singular vitalidad en un hombre de su edad. En cuanto a lo demás, sus orejas eran pálidas y extremadamente puntiagudas en la parte superior; el mentón era amplio y fuerte, y las mejillas firmes, aunque delgadas. La tez era de una palidez extraordinaria.

Bram Stoker en Drácula (1897)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Miguel de Cervantes Saavedra

Soneto

Santa amistad, que con ligeras alas,
tu apariencia quedándose en el suelo,
entre benditas almas, en el cielo,
subiste alegre a las impíreas salas,

desde allá, cuando quieres, nos señalas
la justa paz cubierta con un velo,
por quien a veces se trasluce el celo
de buenas obras que, a la fin, son malas.

Deja el cielo, ¡oh amistad!, o no permitas
que el engaño se vista tu librea,
con que destruye a la intención sincera;

que si tus apariencias no le quitas,
presto ha de verse el mundo en la pelea
de la discorde confusión primera.

poema de Miguel de Cervantes Saavedra en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)Informarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Cornelia Păun Heinzel

La leyenda de las Leyendas de Cornelia Păun Heinzel

La leyenda de las Leyendas de Cornelia Păun Heinzel
En un día, Dios llamó a San Pedro y le dijo:
-Pedro, me gustaría que tu fueses por el mundo y descubrieses que hace la gente. Yo les he dado la Biblia, llena de lecciones para ellos como una guía y como un ejemplo de vida. Yo he traído a esta tierra escritores con talento para llevar, para crear cuentos de hadas, cuentos infantiles e historias religiosas o históricas inspiradas de la historia de sus pueblos. Yo he mandado poetas para deleitar con su magia lírica, he creado músicos que embrujen con los acordes de sus canciones. He dado bardos y cantantes con la gracia para cantar e interpretar sus creaciones maravillosas. He ofrecido actores para llevar con talento y dedicación las creaciones dramáticas. Quiero que la gente disfrute de estos regalos y si he hecho todo esto para ellos desde mi alma, realmente ha cambiado su vida para mejor y mi trabajo no ha sido en vano.
San Pedro comenzó inmediatamente a abrir el camino. Él subió escalando los picos más altas donde escuchó las baladas melódicas y maravillosas historias de pastores, él bajó a las playas de arena fina y dorada con agua, amplia y profunda, escuchando las canciones de los pescadores, él pasó por ciudades y pueblos, encantado por la sabiduría emocionado de proverbios y dichos populares y miró a su alrededor personas las representaciones de los actores, partición en las fiestas organizadas en el mundo en diferentes ocasiones, sintiéndose fascinado por la riqueza espiritual de ceremonias organizadas. Él acompanó a los hombres de las iglesias, en los servicios religiosos participando con ellos en las oraciones y su viaje llegó a su fin.
-Santo Dios, estuve recorriendo el mundo a lo largo y ancho de este, he escuchado los versos maravillosos de la gente y sus canciones melodiosas, he ido y he orado con ellos en la iglesia, he visto impresionantes obras de teatro y he participado en las celebraciones encantado, he escuchado anécdotas, cuentos y relatos que gozan en la oreja y la mente del oyente. He leído con placer cuentos infantiles, cuentos de todo tipo – mágico, fantasía, histórico, filosófico, religioso, romántico, satírico…
He tenido sin embargo la inquietud, no sé qué tipo de historias son las que contiene elementos fantásticos o bordados en una media razón histórica o unas fantasías místicas, explicando la génesis de una cosa, un ser, el carácter especial de un evento histórico, de un héroe mítico. Porque son diferentes de otros, lo que debería qye haya un nombre especial.
-De lo que hablas San Pedro, yo he pensado mucho sobre esto, lo he meditado y deseo que a partir de hoy, estas historias especiales se llamen “leyendas” – dijo Dios.
- Entonces eso serán sin durda “La leyenda de las leyendas” porque narra justo la apariencia de leyenda – dijo la voz de San Pedro.

poema de Cornelia Păun Heinzel en de cultura Letras de Parnaso España (2017), traducido por Jero CrespiInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por anónimo
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Fernando Pessoa

El guardador de rebaños

El guardador de rebaños
En un medio día de fin de primavera
Tuve un sueño como una fotografía.
Vi a Jesucristo descender a la tierra.
Vino por la ladera de un monte
Tornado otra vez niño,
A correr y a revolcarse por la hierba
Y a arrancar flores para tirarlas luego
Y a reírse de modo que lo escuchen de lejos.

Había huido del cielo.
Era demasiado nuestro para fingirse
La segunda persona de la Trinidad.
En el cielo era todo falso, todo en desacuerdo
Con flores y árboles y piedras.
En el cielo había que estar siempre serio
Y de vez en cuando tornarse otra vez hombre
Y subir a la cruz, y estar siempre muriendo

Con una corona toda alrededor de espinas
Y los pies atravesados por un clavo con cabeza,
Y hasta con un trapo alrededor de la cintura
Como los negros de las ilustraciones.
Ni siquiera lo dejaban tener padre y madre
Como los otros niños.
Su padre era dos personas:
Un viejo llamado José, que era carpintero.
Y que no era su padre;
Y el otro padre era una paloma estúpida,
La única paloma fea del mundo
Porque no era del mundo ni era paloma.
Y su madre no había amado antes de tenerlo.
No era mujer: era una valija
En la que había venido del cielo.
Y querían que él, que solo naciera de madre,
Y nunca tuviera un padre para amar con respeto,
Pregase la bondad y la justicia!
Un día que Dios estaba durmiendo
Y el Espíritu Santo andaba volando,
Él fue a la caja de los milagros y robó tres.
Con el primero hizo que nadie supiera que había huido.
Con el segundo se hizo eternamente humano y niño.
Con el tercero creó un Cristo eternamente en la cruz
Y lo dejó clavado en la cruz que hay en el cielo
Y sirve de modelo a las otras.
Después huyó hacia el sol
Y descendió por el primer rayo que encontró.
Hoy vive en mi aldea conmigo.
Es un niño de risa bonita y natural.
Limpia la nariz con el brazo derecho,
Chapotea en los charcos de agua,
Recoge flores, las disfruta y después las olvida.
Les tira piedras a los burros,
Roba fruta en las plantaciones
Y huye llorando y gritando por los perros.
Y, porque sabe que a ellas no les gusta
Y que a todos les causa gracia,
Corre atrás de las muchachas
Que van en grupo por los caminos
Con tinas de agua en las cabezas
Y les levanta las polleras.

A mi me enseñó todo.
Me enseñó a observar las cosas
Me señala todas las cosas que hay en las flores.
Me muestra como son graciosas las piedras
Cuando uno las tiene en la mano
Y las observa lentamente.
... Él vive conmigo en mi casa en medio de la colina.
Él es el Niño Eterno, el dios que faltaba.
Él es lo humano que es natural,
Él es lo divino que sonríe y juega.
Y por eso es que yo se con toda certeza
Que él es el Niño Jesús verdadero.

Y el niño tan humano que es divino
Es esta mi cotidiana vida de poeta,
Y es porque él anda siempre conmigo que yo soy poeta siempre.
Y que mi más mínima mirada
Me llena de sensación,
Y el más pequeño sonido, sea de lo que sea,
Parece hablar conmigo.
El Niño Nuevo que habita donde vivo
Me da una mano a mi
Y la otra a todo lo que existe
Y así vamos los tres por el camino venidero,
Saltando y cantando y riendo
Y gozando de nuestro secreto común
Que es el de saber por todas partes
Que no hay misterio en el mundo
Y que todo vale la pena.

El Niño Eterno me acompaña siempre.
La dirección de mi mirada es su dedo señalando.
Mi oído atento alegremente a todos los sonidos
Son las cosquillas que él me hace, jugando, en las orejas.
Nos llevamos tan bien el uno con el otro
En compañía de todo
Que nunca pensamos el uno en el otro,
Pero vivimos juntos los dos
En un acuerdo íntimo
Como la mano derecha con la izquierda.

Al anochecer jugamos a las cinco piedritas
En el escalón de la puerta de casa,
Graves como corresponde a un dios y a un poeta,
Y como si cada piedra
Fuese todo un universo
Y fuera por eso un gran peligro para ella
Dejarla caer al suelo.

Después yo le cuento historias de las cosas de los hombres
Y él sonríe, porque todo es increíble.
Se ríe de los reyes y de los que no son reyes,
Y siente pena al oír hablar de las guerras,
Y de los negocios, y de los navíos
Que dejan humo en el aire de altamar.
Porque él sabe que todo eso falta a aquella verdad
Que una flor tiene al florecer
Y que anda con la luz del sol
Modificando los montes y los valles
Y haciendo doler los ojos por la claridad de los muros.

Después el se adormece y yo lo acuesto.
Lo llevo a upa para dentro de casa
Y lo acuesto, desnudándolo lentamente
Como siguiendo un ritual muy limpio
Y todo materno hasta que queda desnudo.

Él duerme dentro de mi alma
Y a veces despierta de noche
Y juega con mis sueños.
Los da vuelta patas para arriba,
Pone unos encima de los otros
Y aplaude solo
Sonriéndole a mi sueño.
Cuando yo muera, hijito,
Sea yo el niño, el más pequeño.
Alzame vos a upa
Y llevame adentro de tu casa.
Desviste mi ser cansado y humano
Y acostame en tu cama.
Y contame historias, si despierto,
Para volverme a adormecer.
Y dame sueños tuyos para jugar
Hasta que nazca algún día
Que vos sabés cual es.
Esta es la historia de mi Niño Jesús.
¿Por que razón que se perciba
No ha de ser ella mas verdadera
Que todo lo que los filósofos piensan
Y todo lo que las religiones enseñan?

poema de Fernando Pessoa en El yo profundo y los otros yos, traducido por Graciela VolcoInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
Dante Alighieri

Canto XXX

Tal vez a seis mil millas de nos lejana
hierve la sexta hora, y este mundo
inclina ya su sombra casi al lecho plano,

cuando el medio cielo, tan profundo,
comienza a cambiarse tanto, que alguna estrella
allá su aparecer pierde en el fondo;

y en cuanto viene la clarísima sierva
del Sol avanzando, entonces en el cielo
una a una se apagan hasta la más bella.

No de otro modo el triunfo que festeja
siempre en torno del punto que me venció,
como incluido en aquello que lo incluye,

de poco a poco de mi vista se extinguió;
por lo cual volví mis ojos a Beatriz
pues ya nada veía y me obligaba el amor.

Si cuanto hasta aquí de ella se dijo
encerrado fuera todo en una loa,
no podría ella cumplir su cometido.

La belleza que vi nos trasciende
no sólo allá, y tanto que ciertamente creo
que sólo su Hacedor la goza por entero.

En este paso más vencido me concedo
que lo fuera un autor de comedia
o de tragedia en el clímax de su tema;

pues, como el Sol a una flaca vista,
así el recuerdo de la dulce sonrisa
agotaba mi mente por mi mismo ya vacía.

Desde el primer día que vi su rostro
en esta vida, hasta llegar a esta vista,
de continuar mi canto no me vi privado,

pero ahora es necesario que desista
de ir ya más tras su belleza, poetizando,
como al cabo de sus fuerzas todo artista.

Así la dejo en manos de mayor bando
que el de mi tuba, que conduce
la ardua su materia terminando,

y con acto y voz de expedito guía
recomenzó: Hemos salido fuera
del mayor cuerpo al cielo que es luz pura:

luz intelectual, plena de amor;
amor de verdadero bien, lleno de dicha;
dicha que trasciende toda dulzura.

Aquí verás a ambas milicias
del paraíso, y a una con el mismo aspecto
en que la verás en la última justicia.

Como súbito relámpago que dispersa
los espíritus visivos, tal que priva
al ojo de ver más fuertes objetos,

así me circundó una luz viva,
y dejóme cegado con tal velo
su fulgor, que nada aparecía.

Siempre el amor que aquieta este cielo
con este saludo al que llega acoge
a fin de disponer a su llama la candela.

Tan pronto hubieron llegado a mí
estas breves palabras, comprendí
que había ascendido por encima de mis fuerzas;

y me reencendí en una visión nueva
tal que de ninguna luz más pura que fuera
no pudieran mis ojos defenderse de ella.

Y vi una luz viniendo como un río
fúlgido de fulgor, entre dos riberas
salpicadas de admirable primavera.

De la corriente brotaban centellas vivas,
que de todas partes llovían en las flores,
como rubíes que el oro circunscribe;

luego, como embriagadas de olores
sumergíanse en el admirable torbellino,
y la una se metía y la otra se salía afuera.

El gran deseo que ahora te inflama y urge,
que te expliquen lo que estás viendo,
tanto me place cuanto mayor insurge;

pero es preciso que de esta agua bebas
antes de que tanta sed en ti se sacie.
Así me dijo el sol de los ojos míos.

Y agregó todavía: El río y los topacios
que entran y salen y el sonreír de la hierba
como sombra de las veras son prefacios;

no que estas mismas cosas en sí sean acerbas;
mas por defecto de tu parte
porque tu visión no es aún tan soberbia.

No hay infante que tan súbito vuelva
su rostro a la leche, si despierta
más tarde de lo que acostumbra,

como yo por mejorar los espejos
de mis ojos, inclinándome a la onda
que se abre para que allí se prospere.

Y no bien de ella bebieron las cejas
de mis párpados, me pareció que la corriente
en su dimensión se hacía redonda.

Luego, como gente enmascarada
que se ve distinta que antes si desviste
la ajena figura que la esconde,

así se cambiaron en mayor fiesta
las flores y las centellas, en cuanto vi
a ambas las cortes del cielo manifiestas.

¡Oh esplendor de Dios por quien vi
el alto triunfo del veraz reino,
dame la virtud de contarlo como lo vi!

Luz hay allá arriba que hace visible
al creador a toda criatura
que de sólo verlo funda su paz.

Y se extiende en circular figura,
de tal tamaño que su circunferencia
sería del Sol demasiado amplia cintura;

de rayos consiste toda su apariencia
que se reflejan en la cumbre del primer móvil,
que obtiene de allí su vivir y su potencia.

Y como colina que en el agua sus laderas
espeja, como para verse bella,
cuando de verdura y flores rebosa

así, sobre la luz y flotando en torno,
vi espejarse en mil graderías las almas todas
que de nuestro mundo han hecho allí arriba su retorno.

Y si el ínfimo grado recoge
tan gran luz, ¡cuál será de esta rosa
la magnitud de sus extremas frondas!

Mi visión en lo amplio y en la altura
no se perdía, mas de todas las cosas prendía
el cuánto y el cuál de aquella alegría.

Cerca y lejos, allí, ni pone ni quita;
que donde Dios sin intermedios gobierna,
la ley natural no tiene cabida.

En el dorado centro de la rosa sempiterna,
que se dilata y se escala y resuma
olor de loas al Sol de la eterna primavera,

como quien calla y hablar quiere,
Beatriz me atrajo y dijo: ¡Mira
cuán grande es el convento de las estolas blancas!

¡Mira nuestra ciudad cuánto se extiende!
¡Mira nuestros escaños tan repletos,
que poca gente más se espera!

En esa gran sede en la que los ojos tienes
por la corona que ya está allí puesta,
antes que tú en estas nupcias cenes,

se sentará el alma, que ya fue augusta
del gran Enrique, que a enderezar Italia
vendrá antes que ella esté dispuesta.

La ciega codicia que os enferma,
os ha hecho como el niño
que muere de hambre y rechaza a la nodriza;

y hará que prefecto sea en el foro divino
un tal que en abierto y en cubierto
no andará con él por un mismo camino.

Mas poco será luego por Dios soportado
en el santo oficio: pues será arrojado
allá donde Simón Mago está por sus méritos

y hará que el de Anagni caiga aún más hondo.

poema de Dante Alighieri en La Divina Comedia, El Paraíso, traducido por Lic. Jorge SanguinettiInformarnos sobre un problema/apéndiceCitas similares
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!

Share
 

Votar

Google+

Si te ha parecido interesante, ahora puedes compartirlo y díselo a Google.