Por las venas de Cuba no corre sangre, sino fuego: melodioso fuego que derrite texturas y obstáculos, que impide la mesura y, muchas veces, la reflexión. Pero así somos, y ése es nuestro mayor encanto y defecto: estamos hechos de música.
Daína Chaviano en El hombre, la hembra y el hambre (1998)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
No hay ningún comentario todavía.