Las cosas hermosas, las obras de arte, los objetos sagrados, sufren, como nosotros, los efectos imparables del paso del tiempo. Desde el mismo instante en que su autor humano, consciente o no de su armonía con el infinito, les pone punto y final y las entrega al mundo, comienza para ellas una vida que, a lo largo de los siglos las acerca también a la vejez y a la muerte.
Matilde Asensi en El último Catón (2001)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En italiano | En rumano