Aborreced las bocas que predicen desgracias eternas.
cita de Rubén Darío
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Citas similares
Las leyes eternas rigen desde las afinidades moleculares hasta las fuerzas de atracción.
cita de Vicente Ruiz Llamas
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La virtud resplandece en las desgracias.
cita de Aristóteles
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El sentido del humor consiste en saber reírse de las propias desgracias.
cita de Alfredo Landa
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Dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto.
cita de Simón Bolívar
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Algunos diarios de Buenos Aires y de la Campaña, como «La República», «La Pampa», «La Voz del Saladillo» y otros, dieron cuenta al público de la aparición de aquel gaucho, que se exhibía cantando en su guitarra las desgracias y los dolores de su raza.
cita de José Hernández (1874)
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La vida es más fuerte que sus desgracias.
cita de George Bacovia, traducido por Dan Costinaş
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La historia es nada más que los crímenes y desgracias de la raza humana.
cita de Pierre Bayle
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Es común en el teatro que alternen, para producir mejor efecto en los espectadores, las escenas cómicas y las dramáticas. El protagonista gime tétricamente en una miserable mazmorra, encadenado por el traidor, y tras la escena trágica que conmueve al público en masa aparece el criado que, ignorante de las desgracias de su amo, aplaca los nervios y hace reir con sus bufonadas; ó bien acabamos de contemplar á la heroína secuestrada por un odioso barón, expuesta á perder la honra y la vida y sacando un puñalito del seno, decidida á perder ésta por salvar aquélla, y en el momento de mayor tensión dramática se oye un silbido, baja el telón, y se nos hace asistir á un banquete alegre y ruidoso en el cual se cantan canciones cómicas en extremo.
Charles Dickens en Oliverio Twist, Capítulo XVII (1839), traducido por Moshe Ukkle
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Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas.
cita de Honoré de Balzac
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Las mentiras, hijo mio, se conocen en seguida, porque las hay de dos clases: las mentiras que tienen las piernas cortas, y las que tienen la nariz larga. Las tuyas, por lo visto, son de las que tienen la nariz larga.
Carlo Collodi en Las aventuras de Pinocho
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Las pinturas más audaces, las descripciones más osadas, las situaciones más extraordinarias, las máximas más espantosas, las pinceladas más enérgicas tienen el sólo objeto de obtener una de las más sublimes lecciones de moral que el hombre haya recibido nunca.
cita de Marqués de Sade
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El estanque de las lentejas de agua
Profundo y amplio el estanque en primavera.
Esperas, de seguro, el regreso de las barcas ligeras.
Las lentejas de agua se juntan apretadas
y las ramas de los sauces las separan de nuevo.
poema de Wang Wei, traducido por Guillermo Dañino
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Mata Hari es Apsaras, hermana de las ninfas, de las ondinas, de las walkirias y de las náyades, creadas por Indra para la perdición de los hombres y de los sabios.
cita de Anne Bragance
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Canto I
La gloria de aquel que todo mueve
penetra el universo, y resplandece
en una parte más y en otra menos.
En el cielo que más de su luz prende
fui yo, y vi cosas que redecir
no sabe ni puede el que de allí desciende;
porque acercándose a su deseo,
nuestro intelecto se ahonda tanto,
que tras él la memoria ir no puede.
En verdad cuanto del reino santo
pudo mi mente acumular tesoro,
será ahora materia de mi canto.
¡O buen Apolo!, al último afán
hazme ser de tu valor tal vaso
como exiges para dar el laurel amado.
Hasta aquí una cumbre del Parnaso
asaz me fue; mas ahora con ambas
me es preciso entrar en la faltante arena.
Entra en mi pecho e inspira tal aliento
como cuando de Marsias arrancaste
de los miembros la piel.
¡Oh divina virtud! Si me otorgaras
tanto que la sombra del beato reino
signada en mi cabeza manifieste,
llegar verásme a tu amado leño,
y coronarme entonces de aquellas hojas
de las que el tema y tú me harán digno.
Si raras veces, Padre, se las coge
para triunfar ya césar o poeta,
culpa y vergüenza es del querer humano,
que parir alegría para la alegre
deífica deidad debería la fronda
penea, cuando de sí a alguien asedienta.
A pequeña chispa gran llama secunda:
quizá detrás de mí con mejor voz
se invocará para que Cirra responda.
Surge a los mortales por diversas bocas
la lucerna del mundo; mas de aquella
que cuatro cercos junta con tres cruces,
con mejor curso y con mejor estrella
de ella sale conjunta, y la mundana cera
más a su modo atempera y sella.
Formado había allá la mañana y acá la puesta
aquella boca casi, y allá era todo blanco
el hemisferio, y acá la otra parte negra,
cuando a Beatriz a su siniestro lado
vi volverse y mirar al Sol;
un águila así no lo miró tan fijo nunca.
Y así como el segundo royo suele
brotar del primero y rebotar asuso,
como peregrino que retornar quiere,
así su acto, por los ojos infuso
en mi fantasía, mío se hizo,
y clavé los ojos en el Sol allende nuestro uso.
Mucho es permitido allá, que aquí no se permite
a nuestras virtudes, en razón del lugar
que es propio de la humana especie.
No lo sufrí mucho, pero no tan poco
que no lo viera centellear en torno
como del fuego el hierro sale candente;
y de golpe pareció que un día a otro
se uniera, como si Aquel que puede
pusiera al cielo de otro Sol adorno.
Beatriz toda en las eternas ruedas
fijos los ojos tenía; y yo en ella
mis luces puse, de allá arriba depuestas.
En su figura me metí tan adentro,
como en el mar Glauco al gustar la hierba,
que consorte lo hizo de los demás dioses.
Transhumanar significar per verba
no se podría; pero el ejemplo baste
a quien vivirlo la gracia otorgue.
Si de mi sólo quedaba aquello que creaste
últimamente, ¡Oh amor que el cielo gobiernas!
tú lo sabes, que con tu luz me elevaste.
Cuando la rueda, que tú eternamente
deseado, a ella mi atención sedujo
con la armonía que tú temperas y disciernes,
mostróseme entonces tan inflamado el cielo
por la llama del Sol, como lluvia o rio
no podrían hinchar algo más un lago.
La novedad del son y la gran lumbre
por sí mismas encendieron en mí tal deseo
como nunca antes hube de sentirlo tan agudo;
y entones ella, que me veía como yo me veo,
para aquietarme el ánimo revuelto,
antes que yo lo pidiera, abrió la boca
y comenzó: Tú mismo te haces grueso
con el falso imaginar, de modo que no ves
lo que verías si mejor lo sacudieras.
No estás en la tierra, como tú crees;
no hay fulgor que huyendo de su sitio,
no corra como tú que a ella vuelves.
Si de la primera duda fui desvestido
por las sonrientes palabritas breves,
dentro de otra más nueva fui vestido;
y dije: Antes contento reposé
con gran asombro, mas ahora me admiro
como pueda traspasar por estos cuerpos leves.
Entonces ella, tras un pío suspiro,
los ojos dirigió a mí con el semblante
de una madre ante el delirio de su hijo,
y comenzó: Las cosas todas ellas
guardan entre sí un orden, que es la forma
que a Dios el universo hace semejante.
Aquí las nobles criaturas ven la huella
del eterno valor, que es el fin
para el que fue hecha la indicada norma.
Al orden que yo digo se inclinan
todas las criaturas, de diversas formas,
más a su principio o menos vecinas;
por donde corren a diversos puertos
por el gran mar del ser, y cada una
con el instinto conductor que le fue dado.
Uno arrastra el fuego hacia la Luna;
otro el corazón mortal motora;
otra la tierra restringe en sí y aduna;
y no sólo a las criaturas que son
sin inteligencia este arco saeta,
mas a las que tienen intelecto y amor.
La providencia, que todo regula,
con su luz mantiene siempre quieto al cielo,
dentro del cual está el que gira con mayor presteza
y entonces a allí, como a lugar preciso,
conduce la virtud de aquella cuerda
que, lo que dispara, a feliz blanco endereza.
Verdad es que muchas veces la forma
no se ajusta a la intención del arte,
porque a responder la materia es sorda,
así a veces de este curso se aparta
la criatura que tiene el poder
de plegarse, aunque así ordenada, a otra parte,
y, tal como verse puede caer
fuego de nube, así el ímpetu primero
a tierra baja desviado por falso placer.
No debes pues admirarte, si bien estimo,
de tu subida, más que del río que
del alto monte desciende a bajo sitio.
Maravilla sería en ti, si, de impedimento
libre, abajo te quedaras quieto,
como si a tierra se adhiriera el fuego vivo.
Entonces retorné la vista al cielo.
poema de Dante Alighieri en La Divina Comedia, El Paraíso, traducido por Lic. Jorge Sanguinetti
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Que no es guitarra de ricos ni cosa que se parezca mi canto es de los andamios para alcanzar las estrellas, que el canto tiene sentido cuando palpita en las venas del que morirá cantando las verdades verdaderas, no las lisonjas fugaces ni las famas extranjeras sino el canto de una lonja hasta el fondo de la tierra.
cita de Víctor Jara (1973)
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Con estas y con otras leyes y estatutos nos conservamos y vivimos alegres; somos señores de los campos, de los sembrados, de las selvas, de los montes, de las fuentes y de los ríos. Los montes nos ofrecen leña de balde; los árboles, frutas; las viñas, uvas; las huertas, hortaliza; las fuentes, agua; los ríos, peces, y los vedados, caza; sombra, las peñas; aire fresco, las quiebras; y casas, las cuevas. Para nosotros las inclemencias del cielo son oreos, refrigerio las nieves, baños la lluvia, músicas los truenos y hachas los relámpagos.
Miguel de Cervantes Saavedra en Novelas ejemplares (La gitanilla) (1613)
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Las flores los jardines las fuentes las sonrisas y la alegría de vivir.
cita de Jacques Prévert
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Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo.
cita de Napoleón Bonaparte
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Según el magistrado, eran numerosas las ocasiones en las que las pruebas que podían delatar un crimen permanecían ocultas en las heridas, y para descubrirlas era preciso conocerlas y estudiarlas, no como un juez, sino como un cirujano.
Antonio Garrido en El lector de cadáveres (2011)
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Las ideas no necesitan ni de las armas, en la medida en que sean capaces de conquistar a las grandes masas.
cita de Fidel Castro (3 agosto 1985)
Añadido por Amdo
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