El agujero negro
Antes de nada va a desaparecer la gente,
(los ciegos van a irse los últimos de aquÃ),
luego las demás criaturas y los objetos
se van a partir en pequeñas partes
y todas estas cosas juntas
las va a tragar el espacio, exactamente
El agujero negro de la galaxia que se acerca.
Nos vamos a encontrar al otro lado del vórtice
(siendo los ciegos los últimos en llegar allá),
donde las cosas van a recuperar sus formas
y cada hombre o criatura
va a restablecer su cuerpo, como un puzzle,
pero ellos ya no van a tener ningún contenido
y se van a quedar para siempre sin sepultura.
poema de Andrei Langa
Añadido por Dan Costinaş
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Citas similares

Hay tantas cosas sucediendo siempre que deben estar pasando en todas partes. Donde no hay ni una sola piedra en pie vemos al Hombre de los Helados rodeado de niños. Donde Hiroshima estuvo Hiroshima está de nuevo, produciendo cosas para el uso de cada dia. Este terrible mundo no está desprovisto de encantos, de las mañanas que hacen inestimables los despertares. La hierba es verde en los campos de Maciejowice, y salpicada de rocÃo, como es lo normal de la hierba.
Wisława Szymborska en La realidad exige
Añadido por Dan Costinaş
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Gigi L'amoroso
Ya llega Gigi l'amoroso, por donde va con su mirar hace caricias.
Gigi l'amoroso, conquistador y seductor repartiendo delicias.
Es fiesta cada vez que canta él: Zazar, Luna caprese, O sole mio.
Gigi Giuseppe pero todo el mundo le llamaba Gigi el cariñoso, traÃa locas a las mujeres,
a todas la mujeres, a la del panadero que cerraba la tienda los martes para...,
a la del notario una santa que nunca habÃa faltado a su marido,
ni con el pensamiento y la viuda del consejal que no llevaba luto porque no le sentaba bien el negro.
A todas y a mÃ, hasta que un dÃa llegó una americana perdió la Tramontana,
y le propuso irse a Hollywood, porque ahà tu serás el más guapo galán,
le repetÃa ya sin respirar.
Con que gran emoción, todas en la estación, sacamos los pañuelos en el adiós
y rezamos por él por que viera también América rendida sus pies.
Y cuando allá llegó a todas les gustó. Ya llega Gigi l'amoroso, por donde va con su mirar hace caricias,
Gigi l'amoroso conquistador y seductor repartiendo delicias.
Pues nada mas llegar ya les cantó: Zazar, Luna caprese, O sole mio,
Mucho tiempo pasó desde que se marchó, No "news" son buenas "news"
se llegó a decir, nuestra vida cambio la alegrÃa se fue, vivimos solo por sobrevivir.
Y a pesar de saber que está lejos de aquÃ, a veces nos parecer oÃr su voz y un suspiro
también que nos llega de ahà volando en su nostálgica canción.
Conquistador y seductor con sus caricias. Gigi. ¿Gigi estas ahà escondido?,
¿no te ha ido bien por allá eh? Pero Gigi que pensabas llegar a caso a ser
Gigi el americano, ma Gigi a quién se le ocurre, tú eres Guiseppe Fabrizio,
Luca Santini y eres napolitano. "Corleone che è arrivato Gigi, che è arrivato Gigi dall'America"
¿Oyes, les oyes Gigi?, es tu público, no te vayas están todos aquÃ,
han debido reconocerte en la estación, Gigi canta, canta Gigi canta para ellos,
canta para mÃ, que no he sabido nunca mas que hablar. Venga, canta eso Gigi, eso bravo.
"Carmela lo sai che è arrivato Gigi dall'America, Rosalina senti che è arrivato Gigi da Hollywood.
Te lo dico io, ma si non mi credi...".
canción interpretada por Dalida, música de P. Sebastian, Gefingal
Añadido por Simona Enache
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Canto XXX
Tal vez a seis mil millas de nos lejana
hierve la sexta hora, y este mundo
inclina ya su sombra casi al lecho plano,
cuando el medio cielo, tan profundo,
comienza a cambiarse tanto, que alguna estrella
allá su aparecer pierde en el fondo;
y en cuanto viene la clarÃsima sierva
del Sol avanzando, entonces en el cielo
una a una se apagan hasta la más bella.
No de otro modo el triunfo que festeja
siempre en torno del punto que me venció,
como incluido en aquello que lo incluye,
de poco a poco de mi vista se extinguió;
por lo cual volvà mis ojos a Beatriz
pues ya nada veÃa y me obligaba el amor.
Si cuanto hasta aquà de ella se dijo
encerrado fuera todo en una loa,
no podrÃa ella cumplir su cometido.
La belleza que vi nos trasciende
no sólo allá, y tanto que ciertamente creo
que sólo su Hacedor la goza por entero.
En este paso más vencido me concedo
que lo fuera un autor de comedia
o de tragedia en el clÃmax de su tema;
pues, como el Sol a una flaca vista,
asà el recuerdo de la dulce sonrisa
agotaba mi mente por mi mismo ya vacÃa.
Desde el primer dÃa que vi su rostro
en esta vida, hasta llegar a esta vista,
de continuar mi canto no me vi privado,
pero ahora es necesario que desista
de ir ya más tras su belleza, poetizando,
como al cabo de sus fuerzas todo artista.
Asà la dejo en manos de mayor bando
que el de mi tuba, que conduce
la ardua su materia terminando,
y con acto y voz de expedito guÃa
recomenzó: Hemos salido fuera
del mayor cuerpo al cielo que es luz pura:
luz intelectual, plena de amor;
amor de verdadero bien, lleno de dicha;
dicha que trasciende toda dulzura.
Aquà verás a ambas milicias
del paraÃso, y a una con el mismo aspecto
en que la verás en la última justicia.
Como súbito relámpago que dispersa
los espÃritus visivos, tal que priva
al ojo de ver más fuertes objetos,
asà me circundó una luz viva,
y dejóme cegado con tal velo
su fulgor, que nada aparecÃa.
Siempre el amor que aquieta este cielo
con este saludo al que llega acoge
a fin de disponer a su llama la candela.
Tan pronto hubieron llegado a mÃ
estas breves palabras, comprendÃ
que habÃa ascendido por encima de mis fuerzas;
y me reencendà en una visión nueva
tal que de ninguna luz más pura que fuera
no pudieran mis ojos defenderse de ella.
Y vi una luz viniendo como un rÃo
fúlgido de fulgor, entre dos riberas
salpicadas de admirable primavera.
De la corriente brotaban centellas vivas,
que de todas partes llovÃan en las flores,
como rubÃes que el oro circunscribe;
luego, como embriagadas de olores
sumergÃanse en el admirable torbellino,
y la una se metÃa y la otra se salÃa afuera.
El gran deseo que ahora te inflama y urge,
que te expliquen lo que estás viendo,
tanto me place cuanto mayor insurge;
pero es preciso que de esta agua bebas
antes de que tanta sed en ti se sacie.
Asà me dijo el sol de los ojos mÃos.
Y agregó todavÃa: El rÃo y los topacios
que entran y salen y el sonreÃr de la hierba
como sombra de las veras son prefacios;
no que estas mismas cosas en sà sean acerbas;
mas por defecto de tu parte
porque tu visión no es aún tan soberbia.
No hay infante que tan súbito vuelva
su rostro a la leche, si despierta
más tarde de lo que acostumbra,
como yo por mejorar los espejos
de mis ojos, inclinándome a la onda
que se abre para que allà se prospere.
Y no bien de ella bebieron las cejas
de mis párpados, me pareció que la corriente
en su dimensión se hacÃa redonda.
Luego, como gente enmascarada
que se ve distinta que antes si desviste
la ajena figura que la esconde,
asà se cambiaron en mayor fiesta
las flores y las centellas, en cuanto vi
a ambas las cortes del cielo manifiestas.
¡Oh esplendor de Dios por quien vi
el alto triunfo del veraz reino,
dame la virtud de contarlo como lo vi!
Luz hay allá arriba que hace visible
al creador a toda criatura
que de sólo verlo funda su paz.
Y se extiende en circular figura,
de tal tamaño que su circunferencia
serÃa del Sol demasiado amplia cintura;
de rayos consiste toda su apariencia
que se reflejan en la cumbre del primer móvil,
que obtiene de allà su vivir y su potencia.
Y como colina que en el agua sus laderas
espeja, como para verse bella,
cuando de verdura y flores rebosa
asÃ, sobre la luz y flotando en torno,
vi espejarse en mil graderÃas las almas todas
que de nuestro mundo han hecho allà arriba su retorno.
Y si el Ãnfimo grado recoge
tan gran luz, ¡cuál será de esta rosa
la magnitud de sus extremas frondas!
Mi visión en lo amplio y en la altura
no se perdÃa, mas de todas las cosas prendÃa
el cuánto y el cuál de aquella alegrÃa.
Cerca y lejos, allÃ, ni pone ni quita;
que donde Dios sin intermedios gobierna,
la ley natural no tiene cabida.
En el dorado centro de la rosa sempiterna,
que se dilata y se escala y resuma
olor de loas al Sol de la eterna primavera,
como quien calla y hablar quiere,
Beatriz me atrajo y dijo: ¡Mira
cuán grande es el convento de las estolas blancas!
¡Mira nuestra ciudad cuánto se extiende!
¡Mira nuestros escaños tan repletos,
que poca gente más se espera!
En esa gran sede en la que los ojos tienes
por la corona que ya está allà puesta,
antes que tú en estas nupcias cenes,
se sentará el alma, que ya fue augusta
del gran Enrique, que a enderezar Italia
vendrá antes que ella esté dispuesta.
La ciega codicia que os enferma,
os ha hecho como el niño
que muere de hambre y rechaza a la nodriza;
y hará que prefecto sea en el foro divino
un tal que en abierto y en cubierto
no andará con él por un mismo camino.
Mas poco será luego por Dios soportado
en el santo oficio: pues será arrojado
allá donde Simón Mago está por sus méritos
y hará que el de Anagni caiga aún más hondo.
poema de Dante Alighieri en La Divina Comedia, El ParaÃso, traducido por Lic. Jorge Sanguinetti
Añadido por Dan Costinaş
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Regreso al mar
Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fue siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar, como al amor, quien lo modere.
No hay quien como la mar familiarice
ni quien como la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.
Vamos de nuevo al mar; quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es al par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.
poema de Andrés Eloy Blanco
Añadido por Dan Costinaş
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Canto I
La gloria de aquel que todo mueve
penetra el universo, y resplandece
en una parte más y en otra menos.
En el cielo que más de su luz prende
fui yo, y vi cosas que redecir
no sabe ni puede el que de allà desciende;
porque acercándose a su deseo,
nuestro intelecto se ahonda tanto,
que tras él la memoria ir no puede.
En verdad cuanto del reino santo
pudo mi mente acumular tesoro,
será ahora materia de mi canto.
¡O buen Apolo!, al último afán
hazme ser de tu valor tal vaso
como exiges para dar el laurel amado.
Hasta aquà una cumbre del Parnaso
asaz me fue; mas ahora con ambas
me es preciso entrar en la faltante arena.
Entra en mi pecho e inspira tal aliento
como cuando de Marsias arrancaste
de los miembros la piel.
¡Oh divina virtud! Si me otorgaras
tanto que la sombra del beato reino
signada en mi cabeza manifieste,
llegar verásme a tu amado leño,
y coronarme entonces de aquellas hojas
de las que el tema y tú me harán digno.
Si raras veces, Padre, se las coge
para triunfar ya césar o poeta,
culpa y vergüenza es del querer humano,
que parir alegrÃa para la alegre
deÃfica deidad deberÃa la fronda
penea, cuando de sà a alguien asedienta.
A pequeña chispa gran llama secunda:
quizá detrás de mà con mejor voz
se invocará para que Cirra responda.
Surge a los mortales por diversas bocas
la lucerna del mundo; mas de aquella
que cuatro cercos junta con tres cruces,
con mejor curso y con mejor estrella
de ella sale conjunta, y la mundana cera
más a su modo atempera y sella.
Formado habÃa allá la mañana y acá la puesta
aquella boca casi, y allá era todo blanco
el hemisferio, y acá la otra parte negra,
cuando a Beatriz a su siniestro lado
vi volverse y mirar al Sol;
un águila asà no lo miró tan fijo nunca.
Y asà como el segundo royo suele
brotar del primero y rebotar asuso,
como peregrino que retornar quiere,
asà su acto, por los ojos infuso
en mi fantasÃa, mÃo se hizo,
y clavé los ojos en el Sol allende nuestro uso.
Mucho es permitido allá, que aquà no se permite
a nuestras virtudes, en razón del lugar
que es propio de la humana especie.
No lo sufrà mucho, pero no tan poco
que no lo viera centellear en torno
como del fuego el hierro sale candente;
y de golpe pareció que un dÃa a otro
se uniera, como si Aquel que puede
pusiera al cielo de otro Sol adorno.
Beatriz toda en las eternas ruedas
fijos los ojos tenÃa; y yo en ella
mis luces puse, de allá arriba depuestas.
En su figura me metà tan adentro,
como en el mar Glauco al gustar la hierba,
que consorte lo hizo de los demás dioses.
Transhumanar significar per verba
no se podrÃa; pero el ejemplo baste
a quien vivirlo la gracia otorgue.
Si de mi sólo quedaba aquello que creaste
últimamente, ¡Oh amor que el cielo gobiernas!
tú lo sabes, que con tu luz me elevaste.
Cuando la rueda, que tú eternamente
deseado, a ella mi atención sedujo
con la armonÃa que tú temperas y disciernes,
mostróseme entonces tan inflamado el cielo
por la llama del Sol, como lluvia o rio
no podrÃan hinchar algo más un lago.
La novedad del son y la gran lumbre
por sà mismas encendieron en mà tal deseo
como nunca antes hube de sentirlo tan agudo;
y entones ella, que me veÃa como yo me veo,
para aquietarme el ánimo revuelto,
antes que yo lo pidiera, abrió la boca
y comenzó: Tú mismo te haces grueso
con el falso imaginar, de modo que no ves
lo que verÃas si mejor lo sacudieras.
No estás en la tierra, como tú crees;
no hay fulgor que huyendo de su sitio,
no corra como tú que a ella vuelves.
Si de la primera duda fui desvestido
por las sonrientes palabritas breves,
dentro de otra más nueva fui vestido;
y dije: Antes contento reposé
con gran asombro, mas ahora me admiro
como pueda traspasar por estos cuerpos leves.
Entonces ella, tras un pÃo suspiro,
los ojos dirigió a mà con el semblante
de una madre ante el delirio de su hijo,
y comenzó: Las cosas todas ellas
guardan entre sà un orden, que es la forma
que a Dios el universo hace semejante.
Aquà las nobles criaturas ven la huella
del eterno valor, que es el fin
para el que fue hecha la indicada norma.
Al orden que yo digo se inclinan
todas las criaturas, de diversas formas,
más a su principio o menos vecinas;
por donde corren a diversos puertos
por el gran mar del ser, y cada una
con el instinto conductor que le fue dado.
Uno arrastra el fuego hacia la Luna;
otro el corazón mortal motora;
otra la tierra restringe en sà y aduna;
y no sólo a las criaturas que son
sin inteligencia este arco saeta,
mas a las que tienen intelecto y amor.
La providencia, que todo regula,
con su luz mantiene siempre quieto al cielo,
dentro del cual está el que gira con mayor presteza
y entonces a allÃ, como a lugar preciso,
conduce la virtud de aquella cuerda
que, lo que dispara, a feliz blanco endereza.
Verdad es que muchas veces la forma
no se ajusta a la intención del arte,
porque a responder la materia es sorda,
asà a veces de este curso se aparta
la criatura que tiene el poder
de plegarse, aunque asà ordenada, a otra parte,
y, tal como verse puede caer
fuego de nube, asà el Ãmpetu primero
a tierra baja desviado por falso placer.
No debes pues admirarte, si bien estimo,
de tu subida, más que del rÃo que
del alto monte desciende a bajo sitio.
Maravilla serÃa en ti, si, de impedimento
libre, abajo te quedaras quieto,
como si a tierra se adhiriera el fuego vivo.
Entonces retorné la vista al cielo.
poema de Dante Alighieri en La Divina Comedia, El ParaÃso, traducido por Lic. Jorge Sanguinetti
Añadido por Dan Costinaş
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Una historia es como un puzzle formado por muchas ideas distintas. Puedes tener una idea para un principio, para un personaje, para un lugar... pero eso es sólo la primera pieza del puzzle.
cita de Laura Gallego GarcÃa
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Todas las criaturas se sienten o pueden sentirse satisfechas de sà mismos, excepto el hombre; lo que demuestra que su existencia no esta limitada a este mundo como la del resto de las cosas.
cita de Giacomo Leopardi
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Siempre existe el peligro de que la fascinación ante un nuevo descubrimiento nos conduzca demasiado lejos... Los hombres de ciencia, siendo humanos, son capaces, como los amantes, de exagerar las perfecciones y de ser un poco ciegos a los defectos del objeto de su elección.
cita de Thomas George Bonney
Añadido por Dan Costinaş
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Más allá de la conjunción constante de objetos similares y la consecuente inferencia del uno a partir del otro, no tenemos noción alguna de necesidad o conexión.
cita de David Hume
Añadido por Dan Costinaş
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Vuestros huesos
Voy a evitar la tierra recientemente cavada,
para no entrar en sus vientres y tocar
las bandadas de huesos que no son vuestras.
Voy a evitar la tierra húmeda, como si evitase
los pastos llenos de tinieblas.
Voy a acercarme a orillas de las aguas
y sentarme a la puerta oculta del crepúsculo,
lejos de los caminos que van a todas partes.
Pero ya tengo que ir otra vez
y voy a ponerme de nuevo el escudo aplanado.
Por aquà han pasado los caracoles,
por allá los hermanos-cangrejos
han tirado de sus cuerpos truncados.
¿Por dónde tengo que ir
para poder volver a vuestros huesos?
poema de Andrei Langa
Añadido por Dan Costinaş
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Gracias Por Pensar En Mi
Hoy mi tristeza no es pasajera
Tengo fiebre de la verdadera Y cuando llegue la noche
Cada estrella paracera una lagrima
No me digas nada
Qusiera ser como todos
Pasar feliz por la vida
O fingir que estoy siempre bien
Ver el color de cosas con humor
No me digas nada
Que lo malo siempre pasa
El futuro sera bueno Todo pasa
Cuando todo esta perdido
Siempre queda una salida
Cuando todo esta perdido
Siempre brilla una luz
Manana es otro dia mejor
Pero hoy
canción interpretada por Ricky Martin, música de Franco de Vita en Vuelve (1998)
Añadido por Dan Costinaş
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Puedes cambiar lo que ves. No puedes ser atrapado por ello. Nada tiene que continuar de la misma manera, y nada tiene que seguir siendo de la manera que es para siempre a menos que tu lo dispongas. Realmente tu estás a cargo de tu propia experiencia dÃa a dÃa. Realmente.Tu sabes exáctamente porque has recibido este mensaje en el dÃa de hoy.
cita de Neale Donald Walsch
Añadido por Dan Costinaş
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Los humanos corremos de aquà para allá, cada uno en su dirección y sentido sin advertir que poco a poco todos nos vamos acercando al mismo lugar.
aforismo de Rudy Spillman
Añadido por Dan Costinaş
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Ahora hay poetas por todas partes, pero solo hablan entre ellos.
Paul Auster en Aquà y ahora
Añadido por Cornel Stelian Popa
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Yo nacà bailando. De niño no fui a la escuela. Aprendà a leer y a escribir solo, preguntando a la gente. Yo he sido siempre muy preguntón y observador. Mi escuela era andar arriba y abajo con los gitanos del barrio de San Juan, donde nacÃ. Viéndoles a ellos empecé a bailar. Pero yo no soy gitano, como la gente cree. Pero sà he sido muy amigo de ellos, a quienes debo mucho.
cita de Vicente Escudero
Añadido por Dan Costinaş
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No hay nada que tengo que tener, no hay nada que tengo que hacer y no hay nada que tengo que ser, excepto exactamente lo que estoy siendo en este momento.
cita de Neale Donald Walsch
Añadido por Dan Costinaş
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Su hermoso, ondulado y dorado cabello se agitaba atrapado por el viento. Yo estaba escandalizada por su libertad y sin embargo también cautivada. Él habÃa vivido en Francia toda su vida, tenÃa acento francés y arrastraba las erres. Era como una criatura salvaje. No parecÃa importarle lo que la gente pensaba acerca de él. SentÃ, mientras caminaba calle abajo con él, que podÃa irse en cualquier momento, tenÃa tan poca conexión con el comportamiento ordinario.
cita de Peggy Guggenheim
Añadido por Dan Costinaş
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No puedes aprender a escribir en una universidad. Es un lugar muy malo para los escritores porque los profesores siempre piensan que saben más que uno, y no es cierto. Ellos tienen muchos prejuicios. Digamos: a ellos les gusta Henry James, pero ¿qué pasa si no quieres escribir como Henry James? La biblioteca, por otro lado, no tiene lÃmites. La información está ahà para que la interpretes. No hay nadie que te diga que pensar, que te diga si eres bueno o no. Lo descubres por ti mismo.
cita de Ray Bradbury
Añadido por Dan Costinaş
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Dispárame, dispara
La tele apago ya
la mariposa sin la luz cayo
ah ...me pasa a mi tambien
es uno de mis limites
por cualquier cosa caigo yo
escalofrios siento cada vez
me lo decias siempre tu
siempre tu
yo te he dicho vete
siento el perfume de la ciudad
donde me encierro en soledad
este es otro de mis limites
cuando te pienso siento que
escalofrÃos me dan otra vez
he sido estupida yo lo se
yo lo se
yo lo se
no pienses mas en mi
apuntame y dispara
tu corazon he roto amor disparame dispara
no pienses mas en mi
no esperes de mi nada
tu corazon he roto
amor disparame dispara aqui ...aqui
se bien quien soy yo
aunque no haya leido freud
es mi manera de pensar
la que no puedo superar
solo por esto estoy aqui
y tu a miles de quilometros
que dormiras no se con quien
ahora alli
ahora alli
no pienses mas en mi
apuntame y dispara
el corazon te he roto
amor disparame dispara
no pienses mas en mi
no esperes de mi nada
el corazon te he roto
amor disparame dispara aqui
aqui
dispara aqui
dispara
no pienses mas en mi
apuntame y dispara
el corazon te he roto
amor disparame dispara
no pienses mas en mi
no esperes de mi nada
el corazon te he roto
amor disparame dispara aqui
aqui
amor dispara aqui
amor disparame dispara.
canción interpretada por Laura Pausini
Añadido por Simona Enache
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Para vivir un gran amor
Para vivir un gran amor se necesita mucha
concentración y mucho tino, mucha seriedad
poca risa... para vivir un gran amor.
.
Para vivir un gran amor es menester
ser hombre de una sola mujer;
pues serlo de muchas, pucha!,
es cosa fácil... no tiene ningún mérito.
.
Para vivir un gran amor, primero es preciso
consagrarse caballero y entregarse a su
dama por entero, sea como fuere. Hay que
convertir el cuerpo en una morada donde
se enclaustre a la mujer amada, y luego
apostarse afuera con una espada...
para vivir un gran amor.
.
Para vivir un gran amor es urgente,
descartarse al máximo de la gente,
pues en general la gente envidia
el amor profundamente.
Hay que cortar con grupos y boites,
pasar de largo ante los café-societies
y de todas sus tristes marionetas...
para vivir un gran amor.
.
Para vivir un gran amor, les digo, se
necesita mucha atención con el «mejor
amigo», que por andar solo se les puede
pegar hasta frustrar el gran amor.
Se necesita muchÃsimo cuidado con
aquellos que no estén apasionados,
pues quien no lo está se halla
siempre dispuesto a perturbar
el gran amor.
.
Para vivir un gran amor, en realidad,
hay que compenetrarse de la certidumbre
de que no existe amor sin fidelidad...
para vivir un gran amor. Pues quien traiciona
su amor por vanidad desconoce la libertad,
esa inmensa, innombrable libertad que
supone un solo amor.
.
Para vivir un gran amor, il faut además
de ser fiel, ser buen conocedor del
yudo y del arte culinario...
para vivir un gran amor.
.
Para vivir un gran amor perfecto
no basta ser apenas buen sujeto;
es necesario también tener grandes
pectorales, pectorales de remero.
Es preciso mirar siempre a la bien-amada, y
también a su viuda... amortajada en su finado
amor..., como a la primer enamorada.
.
Es muy necesario haber previsto
un crédito de rosas del florista... mayor,
mucho mayor que el de la modista!!...
para complacer al gran amor.
Pues lo único que el gran amor quiere
es amor, amor, sin medida;
además un tutuzinho con panceta hace ganar puntos...
.
Se ganan puntos sabiendo prepapar cositas:
huevos fritos, camarones, sopitas, salsas,
strogonoffs; comiditas para después del amor.
Y qué mejor que ir a la cocina
y preparar con amor una gallina
con una rica y sabrosa
farofinha para su gran amor?
.
Para vivir un gran amor es muy, muy
importante vivir siempre juntos
y hasta ser, en lo posible,
un solo difunto, para no morir de dolor.
Es necesario cuidar permanentemente, no sólo
el cuerpo sino también la mente,
pues la amada acusa cualquier
mezquindad y el amor se enfrÃa un poco.
Hay que ser cortés sin cortesÃa;
dulce y conciliador sin cobardÃa;
saber ganar dinero con poesÃa...
para vivir un gran amor.
.
Es necesario saber tomar whisky,
no arriesgarse nunca con el mal bebedor!!
y ser impermeable a las habladurÃas,
con las que el amor, no quiere saber nada.
.
Pero todo esto no sirve de nada
si en esta oscura y alocada selva
no se supiere hallar a la bien-amada...
para vivir un gran amor.
poema de VinÃcius de Moraes (1962)
Añadido por Dan Costinaş
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