En el fondo de ese amor, bajo la vasta tienda de ese amor, mientras él hablaba de su infancia recobraba, también, la inocencia, una inocencia mucho mayor que la primera pues no brotaba de la ignorancia, del temor, o de la neutralidad de la experiencia, sino que nacÃa como un oro puro y refinado, producto de muchas pruebas y selecciones, del rechazo voluntario de las heces; nacÃa, tras múltiples profanaciones, del valor que emanaba de capas del ser mucho más profundas, inaccesibles a la juventud.
cita de Anais Nin
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La belleza es la inocencia; la inocencia es la ignorancia; la ignorancia es la ignorancia del placer; el placer es culpable; él es culpable. Ese muchacho, con su cuerpo nuevo, intacto, es inocente, pero él, gobernado por sus oscuros deseos, es culpable. Lo han dejado a él solo con todos los pensamientos. ¿Cómo los guardará todos en su cabeza, todos los libros, toda la gente, todas las historias? Y si él no los recuerda, ¿quién lo hará?
J.M. Coetzee en Infancia (1998)
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Para vivir un gran amor
Para vivir un gran amor se necesita mucha
concentración y mucho tino, mucha seriedad
poca risa... para vivir un gran amor.
.
Para vivir un gran amor es menester
ser hombre de una sola mujer;
pues serlo de muchas, pucha!,
es cosa fácil... no tiene ningún mérito.
.
Para vivir un gran amor, primero es preciso
consagrarse caballero y entregarse a su
dama por entero, sea como fuere. Hay que
convertir el cuerpo en una morada donde
se enclaustre a la mujer amada, y luego
apostarse afuera con una espada...
para vivir un gran amor.
.
Para vivir un gran amor es urgente,
descartarse al máximo de la gente,
pues en general la gente envidia
el amor profundamente.
Hay que cortar con grupos y boites,
pasar de largo ante los café-societies
y de todas sus tristes marionetas...
para vivir un gran amor.
.
Para vivir un gran amor, les digo, se
necesita mucha atención con el «mejor
amigo», que por andar solo se les puede
pegar hasta frustrar el gran amor.
Se necesita muchÃsimo cuidado con
aquellos que no estén apasionados,
pues quien no lo está se halla
siempre dispuesto a perturbar
el gran amor.
.
Para vivir un gran amor, en realidad,
hay que compenetrarse de la certidumbre
de que no existe amor sin fidelidad...
para vivir un gran amor. Pues quien traiciona
su amor por vanidad desconoce la libertad,
esa inmensa, innombrable libertad que
supone un solo amor.
.
Para vivir un gran amor, il faut además
de ser fiel, ser buen conocedor del
yudo y del arte culinario...
para vivir un gran amor.
.
Para vivir un gran amor perfecto
no basta ser apenas buen sujeto;
es necesario también tener grandes
pectorales, pectorales de remero.
Es preciso mirar siempre a la bien-amada, y
también a su viuda... amortajada en su finado
amor..., como a la primer enamorada.
.
Es muy necesario haber previsto
un crédito de rosas del florista... mayor,
mucho mayor que el de la modista!!...
para complacer al gran amor.
Pues lo único que el gran amor quiere
es amor, amor, sin medida;
además un tutuzinho con panceta hace ganar puntos...
.
Se ganan puntos sabiendo prepapar cositas:
huevos fritos, camarones, sopitas, salsas,
strogonoffs; comiditas para después del amor.
Y qué mejor que ir a la cocina
y preparar con amor una gallina
con una rica y sabrosa
farofinha para su gran amor?
.
Para vivir un gran amor es muy, muy
importante vivir siempre juntos
y hasta ser, en lo posible,
un solo difunto, para no morir de dolor.
Es necesario cuidar permanentemente, no sólo
el cuerpo sino también la mente,
pues la amada acusa cualquier
mezquindad y el amor se enfrÃa un poco.
Hay que ser cortés sin cortesÃa;
dulce y conciliador sin cobardÃa;
saber ganar dinero con poesÃa...
para vivir un gran amor.
.
Es necesario saber tomar whisky,
no arriesgarse nunca con el mal bebedor!!
y ser impermeable a las habladurÃas,
con las que el amor, no quiere saber nada.
.
Pero todo esto no sirve de nada
si en esta oscura y alocada selva
no se supiere hallar a la bien-amada...
para vivir un gran amor.
poema de VinÃcius de Moraes (1962)
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Cómico 2º: Cuan grande es el amor que a vos me inclina, las pruebas lo dirán que dadas tengo; pues tal es mi temor. Si un fino amante, sin motivo tal vez, vive temiendo; la que al veros asà toda es temores, muy puro amor abrigará en el pecho.
réplica en Hamlet, Acto III, Escena 2 de William Shakespeare (1599), traducido por Inarco Celenio
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Pero nosotros los eremitas y marmotas, nosotros hace ya mucho tiempo que nos hemos persuadido, en el secreto de una conciencia de eremita, de que también ese digno adorno de palabras forma parte de los viejos y mentidos adornos, cachivaches y purpurinas de la inconsciente vanidad humana.
Friedrich Nietzsche en Más allá del bien y del mal (1886)
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QuerÃa que mi palabra fuera más adherente que la de otros poetas que habÃa conocido. ¿Más adherente a qué? Me parecÃa vivir bajo una campana de vidrio y, sin embargo, me sentÃa estar cercano a algo esencial. Un velo sutil, apenas un hilo me separaba del quid definitivo. La expresión absoluta hubiera sido la ruptura de ese hilo, el fin del engaño del mundo como representación.
Eugenio Montale en Entrevista imaginaria (1946)
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Nacà a la orilla del mar, y he advertido que todos los grandes acontecimientos de mi vida han ocurrido junto al mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas. Nacà bajo la estrella de Afrodita –Afrodita, que nació también del mar.
cita de Isadora Duncan
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Canción de Otoño en Primavera
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción.
Miraba como el alba pura;
sonreÃa como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.
Yo era tÃmido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
HerodÃas y Salomé...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
la otra fue más sensitiva
cual no pensé encontrar jamás.
Pues a su continua ternura
una pasión violenta unÃa.
En un peplo de gasa pura
una bacante se envolvÃa...
En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé...
Y te mató, triste y pequeño,
falto de luz, falto de fe...
Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Otra juzgó que era mi boca
el estuche de su pasión;
y que me roerÃa, loca,
con sus dientes el corazón.
Poniendo en un amor de exceso
la mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
sÃntesis de la eternidad;
y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
¡Y las demás! En tantos climas,
en tantas tierras siempre son,
si no pretextos de mis rimas
fantasmas de mi corazón.
En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!
Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris, me acerco
a los rosales del jardÃn...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
¡Mas es mÃa el Alba de oro!
poema de Rubén DarÃo (1905)
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Música Final
No la razón del piano: las del hombre
te condujeron desde que eras niño
y entre la frÃa luz de la patria angustiada
a la que no habÃas de volver.
Ya entonces intuiste la caediza
ráfaga del amor, la carrera del tiempo,
los impuros motivos del tambor y las armas,
la soledad en que, como con el regalo
de un dios inexorable,
se mueve nuestra vida hacia su término.
Ya retenÃas aquello en el sollozo,
más viril y más tierno, de las cuerdas.
Ya eras del todo y para siempre tú,
testigo y mensajero, condolido inventor
de una esperanza para los humanos
o de aquel llanto en luz con que creerla.
Polkas y baladas, las amargas
delicias de un nocturno, los estudios
por los que nieve y fuego, o muerte y vida,
se entrecruzan temblando,
eran emanación de aquella fuerza
con la que el corazón del universo,
cuanto nos ilumina y abandona,
expresión te pedÃan, ser fijados
de alguna forma, a salvo de tu muerte.
Eso te desgarró y nos dio tu música:
tu palabra de hombre
de una vida más vasta y más completa.
poema de Fernando Quiñones
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Si Tú Me Olvidas
Quiero que sepas
una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otońo en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leńa,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeńos barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raÃces,
piensa
que en ese dÃa,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raÃces
a buscar otra tierra.
Pero
si cada dÃa,
cada hora
sientes que a mà estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada dÃa sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mÃo, ay mÃa,
en mà todo ese fuego se repite,
en mà nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los mÃos.
poema de Pablo Neruda
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El canon literario está pervertido. Antes ese canon nacÃa de la universidad, pero ahora, ¿de dónde nace?
cita de Luis Landero
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Los bosques producen eso, siempre parecen familiares, perdidos hace tiempo, como el rostro de un pariente muerto hace mucho, como un viejo sueño, como un fragmento de una canción olvidada que se desliza por encima del agua, y más que nada como la dorada eternidad de la infancia pasada o de la madurez pasada con todo el vivir y el morir y la tristeza de hace un millón de años.
Jack Kerouac en Los vagabundos del Dharma (1958)
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El volcán del amor es mucho más peligroso si está apagado.
aforismo de Hasier Agirre
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La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.
Gabriel GarcÃa Márquez en El amor en los tiempos del cólera (1985)
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Si hay un secreto del buen éxito reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista asà como del propio.
cita de Henry Ford
Añadido por Dan Costinaş
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Arte poética
Mirar el rÃo hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro rÃo,
saber que nos perdemos como el rÃo
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.
Ver en el dÃa o en el año un sÃmbolo
de los dÃas del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un sÃmbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesÃa
que es inmortal y pobre. La poesÃa
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
Cuentan que Ulise, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.
También es como el rÃo interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el rÃo interminable.
poema de Jorge Luis Borges en El Hacedor (1960)
Añadido por Paul Abucean
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La causa, el único motivo del mal que me aqueja, como también el único y exclusivo remedio de mis males, eres tú, tú en persona. Tus ojos han penetrado por los mÃos hasta el fondo de mi corazón y han promovido una llama que me abrasa hasta la médula. Ten, pues, piedad de una mujer que por ti se muere.
Apuleyo en El asno de oro
Añadido por Dan Costinaş
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El amor auténtico se encuentra siempre hecho. En este amor un ser queda adscrito de una vez para siempre y del todo a otro ser. Es el amor que empieza con el amor.
cita de José Ortega y Gasset
Añadido por Dan Costinaş
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Déjame
Déjame abrazar tu árbol preferido
y entonces veré tu rostro en la orilla del mar caminando en la arena de fino oro,
mientras los rayos de sol besan los hombros de las olas
tú verás como soy de hermosa.
Déjame abrazar tu árbol deseado
y entonces yo sentiré el calor del sol y de tu amor
desbordando caricias sobre mÃ
y yo irradiaré belleza y felicidad.
Déjame abrazar tu árbol querido
entonces la lluvia fluirá sobre nosotros
y sus gotas nos humedecerán la piel
hasta que ambos seamos el tronco del árbol del mundo.
poema de Cornelia Păun Heinzel en “Red y Acción“, Colombia, traducido por Alfredo Cernuda
Añadido por anónimo
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Religión (sustantivo). Hija de la Esperanza y del Temor, que le elucida a la Ignorancia la Ãndole de lo Incognoscible.
Ambrose Bierce en Diccionario del Diablo (1906)
Añadido por Dan Costinaş
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Qué es el valor?
Qué es el valor?
Para mÃ, el trabajo y la inteligencia
Para usted, la moral y el honor
Para él, la fe y la perseverancia
Para ellos, poseer mucho dinero
Pero con él apenas se puede comprar nada
Menos de mi valor, o del vuestro, o del suyo.
poema de Cornelia Păun Heinzel en Estepona viva: Narrativa-poesÃa (18 marzo 2014), traducido por Alfredo Cernuda
Añadido por Cornelia Păun Heinzel
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