Cuando bordeamos un abismo y la noche es tenebrosa, el jinete sabio suelta las riendas y se entrega al instinto del caballo.
cita de Armando Palacio Valdés
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Citas similares
Así como al jinete, si quiere permanecer sobre el caballo, a menudo no le queda otro remedio que conducirlo a donde este quiere ir , también el yo suele trasponer en acción la voluntad del ello como si fuera la suya propia.
cita de Sigmund Freud
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Las mujeres tienen un instinto infalible para saber cuando un hombre se ha enamorado de ellas perdidamente.
Carlos Ruiz Zafón en La sombra del viento (2001)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
El escritor, muchas veces, es como un caballo de carreras que ha perdido su jinete y ya no sabe porque está corriendo ni dónde está la meta y, sin embargo, se le exige seguir corriendo aunque no sepa ni hacia dónde ni por qué razón.
cita de Antonio Gala
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Si la obediencia es el resultado del instinto de las muchedumbres, el motín es el de su reflexión.
cita de Napoleón Bonaparte
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Ricardo: ¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!
réplica en Ricardo III, Acto V, Escena 4, obra de William Shakespeare (1593)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En italiano | En rumano
Las cosas hermosas, las obras de arte, los objetos sagrados, sufren, como nosotros, los efectos imparables del paso del tiempo. Desde el mismo instante en que su autor humano, consciente o no de su armonía con el infinito, les pone punto y final y las entrega al mundo, comienza para ellas una vida que, a lo largo de los siglos las acerca también a la vejez y a la muerte.
Matilde Asensi en El último Catón (2001)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En italiano | En rumano
Cuando estés enojado, cuenta hasta cuatro; cuando estés muy enojado, suelta un improperio.
Mark Twain en Pudd'nhead Wilson (1894)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En rumano
¿De qué modo te quiero?
¿De qué modo te quiero? Pues te quiero
hasta el abismo y la región más alta
a que puedo llegar cuando persigo
los límites del Ser y el Ideal.
poema de Elizabeth Barrett Browning
Añadido por Simona Enache
1 comentario - ¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia! | En inglés | En italiano | En rumano
A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la lógica más elemental, razonaba los otros días el Caballo. Todo el mundo sabe —continuaba su razonamiento— que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en forma de Jinete.
Augusto Monterroso en La oveja negra y demás fábulas (1969)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Los días de la Luz están contados; pero fuera del tiempo y del espacio está el imperio de la Noche.
Novalis en Himnos a la noche (1800), traducido por Holay Martínez
Añadido por Dan Costinaş
1 comentario - ¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos.
cita de Platón
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Cuando estés de noche en tu alcoba, aun cuando tengas las puertas y ventanas cerradas y apagada la luz, no digas que estás solo: nunca se está solo.
cita de Epicteto
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
La guerra es una larga parranda que se interrumpe de vez en cuando para disparar, y ni aún entonces, si uno no suelta la botella de aguardiente.
David Toscana en El ejercito iluminado (2006)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Cuando la noche de humo, de polvo y de ceniza envuelve la ciudad, los hombres quedan suspensos un instante, porque ha nacido en ellos, con la noche, el deseo.
cita de Xavier Villaurrutia
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Sueños
Cuando el párpado superior del ojo,
consuele al inferior
con las pestañas entrelazadas,
será capaz de discernir el futuro
como un sueño indefinido
y de describir el destino con tus propias manos,
te envolverán los sueños
con las hadas bordando tus pensamientos,
sueños que volarán con las alas extendidas hasta el infinito
como dos líneas paralelas que nunca se tocan.
Pensamientos recién nacidos
como la diosa Afrodita, como la espuma del mar,
jirones de esperanza, de confianza
flotando implacables en la nada
sin ser arrojados en el abismo del olvido.
Y juntos, los recuerdos, velos en tonalidades rosadas
colores que dan sentido al presente,
ríos de lágrimas
de los que brota, caóticamente, la savia el futuro.
Cuándo la imaginación ya no te pueda ayudar
abre los ojos y verás que nada es lo que parece,
luego pregúntate a ti mismo
sobre ese futuro que te espera con confianza…
poema de Cornelia Păun Heinzel en Poesia extranjera español (18 abril 2014), traducido por Alfredo Cernuda
Añadido por Cornelia Păun Heinzel
1 comentario - ¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.
cita de Giovanni Papini
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Una mosca, señor, puede picar a un caballo majestuoso y hacerlo estremecerse de dolor; pero la primera seguirá siendo nada más que un insecto, y el segundo, empero, un caballo.
cita de Samuel Johnson
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Para mí, la vida es como una posada del camino, donde debo demorarme hasta que llegue la diligencia del abismo.
cita de Fernando Pessoa
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
En las mujeres, el instinto equivale a la perspicacia de los grandes hombres.
cita de Honoré de Balzac
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!
Muerte
¡Qué esfuerzo!
¡Qué esfuerzo del caballo por ser perro!
¡Qué esfuerzo del perro por ser golondrina!
¡Qué esfuerzo de la golondrina por ser abeja!
¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!
Y el caballo,
¡qué flecha aguda exprime de la rosa!,
¡qué rosa gris levanta de su belfo!
Y la rosa,
¡qué rebaño de luces y alaridos
ata en el vivo azúcar de su tronco!
Y el azúcar,
¡qué puñalitos sueña en su vigilia!
Y los puñales dimínutos,
¡qué luna sin establos, qué desnudos,
piel eterna y rubor, andan buscando!
Y yo, por los aleros,
¡qué serafín de llamas busco y soy!
Pero el arco de yeso,
¡qué grande, qué invisible, qué diminuto!,
sin esfuerzo.
poema de Federico García Lorca (1929)
Añadido por Dan Costinaş
¡Comentar! | ¡Votar! | ¡Copia!