El escriba
Me visita cada vez menos
La respiración.
Ya no respiro - ya no escribo
Por tanto ya no vivo.
Pregunto entonces:
Mi porción de aire - que ha sobrado
(Pues me marché antes de tiempo)
¿Puede servir de algo?
¡Si se hubiera al menos repartido entre pobres!
(Si es que esto es posible)
Pero así lo veo como un ahorro absurdo
Por parte de la Nada.
Y sigo preguntando:
Lo que dejé sin terminar
¿Quién lo escribirá? Si no hay dos granos de arena
Que se parezcan, ¿Cómo podría una pluma ajena atar los cabos
Del hilo que perdí?
Fue justo cuando había encontrado
Temas y argumentos excelentes, un puñado
Había improvisado - y hasta funcionaba - mi estilo.
¿Y quién siquiera podrá descifrar mis notas
Que no logré jamás poner en orden?
¿Serás tú quien conteste
A estas preguntas simples, de común sentido?
¿Tú, Nada pura?
poema de Marin Sorescu, traducido por Catalina Iliescu
Añadido por Dan Costinaş
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